SALT LAKE CITY—Era el 12 de diciembre del 2006, y su primer programa de radio era en vivo. La gente le llamaba para felicitarlo. Pero el padre Omar Ontiveros todavía estaba nervioso: estaba sudando y se quedaba corto en palabras. Ahora, el padre Ontiveros parece tener confianza en sí mismo y conocimiento en la materia. Se ve relajado, sin importar si es el entrevistado o el entrevistador. Hace un par de semanas entrevistó a Dulce María, miembro de la famosa agrupación musical RBD. "Trato de llegarle a la juventud," dijo. "Y pensé que sería una gran idea tenerla en el programa porque es parte de un fenómeno juvenil. A veces los jóvenes piensan que la fama y las cosas materiales equivalen la felicidad. Así es que ella habló acerca de sus valores familiares y religiosos, y de qué tan importante son para ella," dijo. El padre Ontiveros también tiene otros planes para acercarse a la juventud. "Quiero crear un ministerio de música. Yo toco la guitarra, el teclado y la flauta. Creo que la música es una manera de evangelizar creativa y atractiva," dijo. "La Oficina del Ministerio Hispano, el padre Manuel Cerón y yo traeremos a Martín Valverde, un famoso cantante Cristiano, en septiembre." En su lista de planes también está el formar un grupo juvenil Hispano en la catedral, en el cual los jóvenes puedan divertirse y crecer espiritualmente. "Quiero involucrarlos en el deporte y los medios de comunicación—Esto parece atraerles," dijo el padre Ontiveros. Pero su programa de radio es un método de evangelización para todos, con temas de fe, de familia, y del Evangelio. "La gente quiere escuchar un mensaje de fe y esperanza, en un mundo que a veces carece de fe, esperanza y amor," dijo. El programa sale al aire todos los domingos a las nueve de la mañana en Magia 106.1 FM. Es una combinación de música Cristiana con homilías alentadoras. "El programa se llama ‘Buena Nueva.’ Y la buena nueva es que Dios es amor, y ha venido para liberarnos de la esclavitud del pecado." El padre Ontiveros disfruta de su ministerio con los medios de comunicación; pero también es un Vicario joven, con una cara amigable y una personalidad alegre, lo cual podría causar que los feligreses se sientan cómodos en el confesionario. "Sí ha habido gente que me ha dicho que se siente cómoda conmigo. Pero, el confesar a alguien puede cansarme emocionalmente. Aún así, es muy satisfactorio porque llego a presenciar cómo es que el amor de Dios sana a la persona durante la confesión." Sin embargo, su gratificación más grande la recibe durante la Misa. "El celebrar Misa es muy especial porque se comparte el Evangelio, pero también se le da a la gente su alimento espiritual, compuesto por el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Es la medicina del alma." El padre Ontiveros conoce la importancia de la Eucaristía desde que vivía en su ciudad natal, Obregón, Sonora, México. "Mis padres no eran muy religiosos, pero mi abuelita sí lo era. Ella me compraba desayunos para que fuera a la Misa de la mañana," dijo. "Yo tenía diez años cuando todavía no había hecho la Primera Comunión. Entonces, leí un libro que se llamaba ‘Venid y Comed.’ Después de leer el libro, quise hacer mi Primera Comunión." El padre Ontiveros estudió alrededor de 100 preguntas para el examen que consistió de solo diez que le hizo una monja. "¿Y cuántas crees que respondí correctamente," preguntó. "Nada más una," contestó él mismo entre risas. La monja lo dejó hacer la Primera Comunión de todos modos porque pensó que estaba demasiado nervioso y que por eso no respondió bien a sus preguntas. "A pesar de esto estoy orgulloso de lo que pasó, porque el recibir a Jesús salió de mí," dijo. Aproximadamente diez años después de comenzar a recibir la Euraristía, el padre Ontiveros fue invitado a un retiro vocacional. No estaba muy interesado en ir, pero unos amigos lo convencieron. "Hablaron acerca del sacerdocio y de cómo es que los sacerdotes viven y sirven a los demás," dijo. En aquel entonces, el padre Ontiveros estudiaba ingeniería química, pero decidió cambiar de carrera. "Mi hermana mayor no estaba muy contenta. Ella era quien me ayudaba a pagar la colegiatura. Pero yo quería entrar al seminario para probar y aprender más." El padre Ontiveros se ordenó en la Ciudad de Salt Lake después de haber estudiado cinco años en Sonora, México y dos en Mount Angel, Oregon; y cumplirá dos años de servicio a la iglesia en Mayo. "Si no fuese sacerdote, probablemente estuviera trabajando como ingeniero químico y tendría una familia sana y unida," dijo el padre Ontiveros. "Pero el sacerdocio es un llamado de Dios para ayudar a los demás a acercarse a él, a encontrar fortaleza." El papa Benedicto XVI vendrá a los Estados Unidos del 15 al 20 de abril, y el padre Ontiveros es uno de los mil sacerdotes que tendrán la oportunidad de concelebrar la Misa con él. El padre Ontiveros estaba emocionado al platicar acerca de esta oportunidad y de cómo la obtuvo. "Todos los padres interesados en concelebrar la Misa fueron invitados a aplicar," dijo. "Después, la oficina del Obispo mandó todas las aplicaciones a la Arquidiócesis de Washington, D.C., y fue ahí en donde se hizo un sorteo." El padre Ontiveros ha visitado el Vaticano en dos ocasiones y ha recibido la bendición del Papa desde lejos, pero nunca ha concelebrado una Misa con él. "Esta es una oportunidad muy especial porque él es el representante, el Vicario de Jesús en la Tierra, el sucesor de Pedro. La experiencia va a fortalecer mi vocación y mi deseo de servir a la Iglesia."
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