La Diócesis celebra ordenaciones

Friday, Jul. 04, 2014
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By Marie Mischel
Intermountain Catholic

Traducido por: Laura Vallejo
SALT LAKE CITY — La Diócesis Católica de Salt Lake City se reunió el 28 de junio en la Catedral de la Magdalena para el Rito de Ordenación de diácono y sacerdote por el Reverendísimo John C. Wester, Obispo de Salt Lake City.
El Diácono Jorge Roldán fue ordenado como sacerdote de la diócesis y los seminaristas Joseph Delka y David Trujillo fueron ordenados como diáconos transitorios. Ambos se encuentran preparándose para el sacerdocio.
El obispo Wester presidió la Misa, la cual fue concelebrada por Monseñor Colin F. Bircumshaw, Vicario General; Monseñor J. Terrence Fitzgerald, Vicario general emérito; Monseñor Alejandro Tinoco de la Diócesis de Tlalnepantla, México quien fue uno de los maestros del Padre Roldán en el seminario; el Padre Martin Díaz, Párroco de la Catedral de la Magdalena y otros sacerdotes de la diócesis.
Durante su homilía el obispo Wester le dijo a los tres hombres que iban a ser ordenados que la Segunda Lectura 1 Pedro 4:7-11 tenía un muy buen consejo para ellos: “Permanezcan tranquilos para que puedan orar”.
El obispo agregó que los seres humanos necesitan de amistades, pero la amistad más importante es Dios, asi es que el Evangelio Juan 15:9-17 “son verdaderamente buenas nuevas, ya que Jesús nos dice ‘Ustedes son mis amigos’”. “Jorge, David, Joseph ustedes han sido llamados a las Santas Ordenes”, continuó el obispo. “Hoy nuestra Iglesia local se alegra con ustedes.  Celebramos que han sido llamados de entre el Pueblo de Dios a servir al Pueblo de Dios, pero nunca se olviden que antes que nada ustedes son llamados amigos”.
 Como sacerdote el Padre Roldán proclamará la Palabra de Dios, “pero esa palabra corre el riesgo de no ser nada más que un eco de nuestro propio ego si no se basa en tu amistad con Jesucristo”, agregó el Obispo.
“Otra vez, Pedro nos recuerda que aquel quien sirve lo debe de hacer con la fuerza dada por Dios. Además, en todos ustedes, Dios va a ser glorificado a través de Jesucristo”.
Aunque la Primer lectura de la Misa Números 3:5-9, subrayó que los tres hombres que iban a ser ordenados habían sido diferenciados como personas dedicadas a Dios”, dijo el obispo Wester ,”este también es su llamado, mis hermanos, seguir el ejemplo de Cristo y ser uno mismo con las personas en el Cuerpo de Cristo. Una parte integral de su amor pro Cristo es su amor por las personas. Ustedes han sido llamados entre las personas para servirlos”.
El obispo urgió a los tres hombres a dejar que la luz de Cristo brille en ellos. “Ustedes , mis hermanos, han sido llamados a un ministerio lleno de alegría. En el Evangelio Jesús lo dice claramente, ‘Todo esto les digo que mi alegría será suya y su alegría estará completa’. Darse completamente pro Cristo y por los otros, pasar horas en oración, servir las necesidades de su gente, ir mas allá de, dar la otra mejilla, aun el dar la vida por un amigo les llenada de una alegría incomparable ya que están cumpliendo con la razón de su existencia, la unidad con Dios. 
Nuestra oración para ustedes el día de hoy es que su alegría sea completa y que a través de esa alegría atraigan a muchos más a seguir a Jesús y a algunos a seguir sus pasos hacia la más alta basílica del amor divino”.
El obispo Wester también agradeció a los padres de los tres hombres, a sus familias, a sus familias parroquianas, seminaristas, hermanos sacerdotes y diáconos, a los fieles laicos y a todos aquellos quienes los ayudaron a formar en ellos el corazón de Cristo. “Es a través de esos varios seminarios que como Juan en La Cruz diría, el amor de Jesús tiernamente se convierte en el suyo”, dijo el obispo.
Para los tres hombres la Misa estuvo llena de una variedad de emociones.
“Yo oré todo el tiempo”, dijo el diácono Trujillo. Sus oraciones fueron de gracias pero también “para que no fuera a tirar nada”, agregó el diácono.
Inmediatamente después de la Misa, no pudo señalar un momento en particular de la celebración que sobresaliera para él diciendo que todo fue especial. Sin embargo digo que estaba  eternamente agradecido  porque  Monseñor Matthew Wixted fue quien le dio las investiduras como diácono transitorio ya que el sacerdote estuvo presente al inicio del llamado del diácono Trujillo y le enseñó “como caminar con la gente”, como capellán de hospitalidad.
Para el diácono Delka el ser investido con la estola y la imposición de manos fueron momentos especiales.
“Uno está arrodillado y las manos del obispo tocan tu cabeza, y justo en ese momento, ese momento sucede”, dijo el diácono. 
“Es difícil de describir. Es realmente increíble. De repente tengo las investiduras y me digo ‘Oh ahora soy un diácono’… es increíble darse cuenta que es real; que eso fue lo que pasó; he sido llamado por Dios para esto. De alguna manera es una gran confirmación de lo que he estado realizando durante los últimos cinco años en el seminario, aún más, desde que primero discerní la vocación”.
Aún al siguiente día, la realidad de su ordenación se hacía realidad para el Padre Roldán. Concelebró la Misa del 29 de junio en la parroquia de Our Lady of Lourdes en donde vivió cuando estudiaba inglés en la Universidad de Utah y todavía sus emociones estaban a flor de piel. Durante la consagración mientras estaba detrás del altar pensaba ¿realmente estoy aquí?”, dijo el Padre. “Estoy muy contento y emocionado por mi ordenación y quiero que todos sepan que estoy aquí para servirlos y que siempre voy a tratar de dar lo mejor de mí”.

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