La fe mantiene a Católicos en pie

Friday, Jul. 17, 2020
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By Laura Vallejo
Intermountain Catholic

SALT LAKE CITY — Cuando las preocupaciones por el coronavirus forzaron que las parroquias Católicas locales cerraran sus puertas a las Misas públicas en el mes de marzo, una de las poblaciones que más se vieron afectadas fueron los adultos de la tercera edad, muchos de los cuales tienen la costumbre de asistir a Misa a diario y también en los fines de semana-sin importar si viven en áreas rurales o en los suburbios.
Cuando las liturgias tuvieron que ser transmitidas por la televisión o por medios de comunicación electrónicos los Católicos miraban las Misas pero ansiaban poder volver a regresar a sus parroquias con sus sacerdotes.
Durante la clausura temporal de las parroquias, Martha Vega feligrés de la misión de Ephraim, junto con su familia veían la Misa por televisión.
“No puedo recordar cuantos días estuvimos sin Misa, fueron muchos, pero la veíamos por la televisión, tan pronto como dijeron que podíamos regresar a las Iglesias, fuimos,” dijo Vega.
Tan pronto como los oficiales diocesanos permitieron las Misas públicas, el padre Manuel de Jesús Ceron, párroco de la iglesia de St. Elizabeth y de sus misiones aledañas, en la cual incluye la misión de St. Jude, comenzó a ofrecer una Misa en español sábados y otra más los domingos.
Los feligreses se deben de registrar para poder asistir a las Misas para asegurar el distanciamiento social , “pero por lo menos , gracias a Dios, ya podemos volver a ir a las Iglesias y a Misa,” dijo Vega.
Usando cubre bocas cuando salen de su hogar y lavándose las manos tanto como les sea posible, sino utilizan el gel antibacterial. También han limitado sus actividades.
“No salimos mucho,” dijo Vega.
Ella tiene a un hijo que cada semana le surte la despensa y se las lleva a su hogar para que así no salga.
“Solo si es una emergencia o necesita algo urgentemente vamos a la tienda pero lo hacemos rápidamente, no nos distraemos,” dijo agregando que ella se siente mas segura al ir a l la Iglesia que al ir a la tienda.
El ir a Misa es lo que la ha mantenido a través de estos tiempos de incertidumbre.
“Ahora siento que, mas que nunca, necesitamos cuidarnos mucho pero también necesitamos cuidar de nuestros hermanos y de nuestras hermanas,” dijo Vega, quien sugiere que si las personas no tienen a que salir pues no salgan y mejor se queden en sus hogares, en donde están seguros.
“No podemos estar tentando al diablo, pues nos encontrará,” dijo Vega.
La oración también ha sido una fuente de fortaleza para ella.
“Ahora además de orar por el bienestar de nuestra familia y lo hacemos por el bienestar de todos y mas de los que están enfermos por su pronta recuperación. Eso es lo mas importan es aquí y ahora,” dijo Vega. “No sabemos cuando esto terminará, pero no nos podemos rendir. Necesitamos cuidar de nuestra salud física y espiritual... Creo que algunas personas ya no se sienten ni asustadas ni preocupadas. Pareciera que están pensando que el virus no los va a afectar, que no lo tocara, y parece que también como no han podido ir a la Iglesia ahora que ya pueden pues ya no van, pues ya no lo necesitan...las personas se están acostumbrando a olvidarse de Dios.”
Pero si las personas fueran mas inteligentes en sus reacciones ante la pandemia, “no estaríamos dormidos, tomaríamos acción nos ayudaríamos entre todos,” dijo Vega. “Necesitamos orar por todos, Dios está con nosotros, pero tenemos que poner de nuestra parte.”
Como Vega, una feligrés de la parroquia de San Francisco de Asís en Orem, Soledad Lomeli se puso muy contenta al escuchar que su parroquia volvía a abrir sus puertas a la celebración de la Liturgia.
Lomeli quien vive sola, disfruta mucho su participación en la Celebración e la Santa Eucaristía.
Desde el comienzo de la pandemia, ella ha estado muy agradecida con los ministerios de su parroquia por todos los esfuerzos que han hecho para mantener la seguridad de los feligreses, y al mismo tiempo cercanos a Dios.
“Dios es el único que nos protege y nos protegerá a través de esta pandemia,” dijo Lomeli, agrandando que mantener la fe Católica viva es muy importante.
Pareciese como si la gente hubiese perdido el rumbo.
“Hemos estado haciendo muchas cosas malas. Necesitamos regresar a ser buenos con nuestros semejantes, a respetarnos entre todos,” dijo Lomeli.
Para cuidarse, Lomeli ha estado siguiendo las indicaciones y reglas que las autoridades de salud han implementado y ajustado a lo largo del transcurso de la pandemia. Ella usa cubre bocas cuando está en público y se lava las manos tanto como puede; también trata de no salir a menos que necesite algo urgente y para ir a Misa.
“Es importante que todos sigamos las reglas, pero también que no dejemos de estar cercanos a Dios,” dijo ella.
Lomeli enfatizó que el mantener la fe viva y tratar de hacer las cosas de la mejor manera posible contribuir al bien de todos.
“No cometamos pecados, acerquémonos más y más a Dios, respetemos, respetemos y sigamos respetando las leyes del hombre pero también las de Dios,” dijo Lomeli.

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