La justicia social es una reflexión de quienes somos

Friday, May. 06, 2011
By Jean Hill
Director, Diocese of Salt Lake City Office of Life, Justice and Peace

Algunos podrían haber escuchado el término "justicia social" utilizado frecuentemente en la televisión.

Sin embargo dentro de la Iglesia Católica justicia social (CST) se define como una enseñanza Católica social y una extensión de la liturgia de la Euca-ristía. La conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos dice que " la Eucaristía celebrada en comunidad nos enseña acerca de la dignidad humana nos llama a una relación directa con Dios y nos mandó la misión de transformar nuestras comunidades vecindarios y a nuestro mundo " la enseñanza social Católica, nos guía en un intento para compartir la celebración de la Eucaristía en una manera de transformación.

CST no es una ideología política. Es la base para tomar decisiones políticas, sociales y económicas basadas en las creencias y moral católicas. Los fundamentos fueron establecidos por el Papa Leo XIII en 1891 en la encíclica Rerum Novarum. El Papa Leo XIII menciona las dimensiones morales de las fuerzas de los mercados recalcando la necesidad de que las uniones laborales protejan los derechos de los trabajadores y aseguren salarios justos así como condiciones de trabajo seguros.

Desde sus bases la enseñanza social Católica, se basa en la firme creencia en la Santidad de la vida humana y en la dignidad de todos los seres humanos. Siete temas principales del CST se derivan de estos tres principios: la vida y la dignidad de todo ser humano; el llamado a la familia, comunidad, y participación; los derecho y responsabilidades; la preferencia de opciones para los pobres y vulnerables; la dignidad y los derechos para los trabajadores; la solidaridad y cuidado para la crea-ción de Dios.

Cada uno de estos temas envuelve varios más. La vida y dignidad de cada ser humano incluye no sólo la postura pro vida de la Iglesia Católica sino las provisiones en contra de la pena de muerte la eutanasia y las guerras injustas. Mas allá el CST requiere que toda vía sea protegida y valorada desde el nacimiento hasta la muerte. Esto significa que las políticas y las decisiones económicas que ponen en riesgo la vida o la dignidad humana deben de ser rechazadas. Por ejemplo, los recortes de presupuestos para ayuda humanitaria, violan las creencias Católicas en cuanto a la protección de la vida.

El llamado a la familia, comunidad, y participación reconoce nuestra creencia de que la familia es la unidad básica de nuestra sociedad y que somos parte de la familia humana. Cuando organizamos familias en comunidades y gobiernos los Católicos tenemos la responsabilidad de participar en la vida familiar y comunitaria y tenemos el deber de asegure que la familia y las comunidades, incluyendo el gobierno, actúen de acuer- do al CST.

El CST involucra ciertos derechos y responsabilidades fundamentales para todos. Todas las personas tienen el derecho a la vida y para eso requieren vivir una vida plena, empleo, cuidados de la salud, educación, agua pura, etc. CST también apoya la propiedad privada. Como se lee en el Rerum Novarem, "Cada hombre tiene el derecho de poseer propiedades personales". Sin embargo ese derecho, conlleva ciertas responsabilidades. Los dueños de propiedades privadas deben de usarlas para propósitos morales, no deben obtenerlas o mantenerlas a través de propósitos injustos, deben de usarlas de manera que estas protejan el bien común, que no arrojen desechos tóxicos en las vías fluviales.

Más allá de estos temas esta la prefe-rencia para los pobres y los vulnerables. Este tema está basado en la promesa de Jesús de que " Lo que sea que se haga por alguno de mis hermanos, lo hiciste por mí". Sea lo que sea que hagamos en nuestras familias y en nuestras comunidades, bien sea a través de las pólizas políticas o de acciones privadas, debemos de preguntarnos cómo afectarán a los pobres. CST es muy claro el éxito de cualquier sociedad debe de ser juzgado por el cómo ésta trata a sus pobres y vulnerables.

En el Rerum Novarum, CST reconoce la dignidad del trabajo y los derechos de los trabajadores. Los empleadores deben de ofrecer salarios justos, trabajos productivos, y condiciones de trabajo seguros. Los trabajadores tienen el derecho de formar unidades colectivas que protejan sus derechos y les den re-presentación. Los trabajadores deben de ejercer sus deberes en sus trabajos de buena fe y en su mejor capacidad.

El punto de la familia en el CST se extiende a la comunidad global. La solidaridad reconoce que toda persona pertenece a una familia. Lo que ha-cemos tanto en nuestros vecindarios como en nuestro país no debe tener un efecto negativo en los miembros de nuestras familias o de los miembros de otras comunidades o países. Más allá, estamos obligados no sólo a dar ayuda a nuestros vecindarios más pobres, debemos trabajar activamente para detener las injusticias que nos llevan a la pobre-za y a la degradación de la dignidad humana.

Finalmente el CST nos recuerda acerca de la responsabilidad humana por cuidar la Creación de Dios. Como miembro de una comunidad debemos asegurar que la creación de Dios sea usada para el beneficio de todos protegiéndola de la destrucción.

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