Traducción: Laura Vallejo
SALT LAKE CITY — Por primera ocasión en varios años, el director de la preparatoria Católica Judge Memorial, Patrick Lambert está considerando crear una lista de espera para los nuevos alumnos.
“Realizamos una fecha límite prioritaria y hemos tenido más solicitudes que lo que probablemente habíamos tenido en una década,” dijo Lambert. “estamos muy cerca de alcanzar nuestra capacidad y animamos a los estudiantes que aun no han solicitado su admisión que lo hagan lo más pronto posible.”
Lambert dijo que el rigor académico de Judge Memorial ayuda a atraer estudiantes, agregando que la escuela fue renombrada como escuela Blue Ribbon Nacional por el Departamento de Educación de los Estados Unidos y en el último puntaje ACT publicado fue de 26.1, el estatal es de 20.6.
“Creo que eso valida la idea de las personas de invertir en la educación católica,” dijo Lambert agregando que los padres de familia también aprecian los esfuerzos de la escuela para mantener un ambiente seguro y saludable durante la pandemia del COVID-19.
“Estamos muy contentos acerca del entusiasmo que rodea la preparatoria y por los nuevos estudiantes,” dijo Lambert. “Seguiremos haciendo lo mejor para brindar la mejor educación posible para los estudiantes.”
El superintendente de las escuelas Católicas de Utah, Mark Longe, a experiencia de Judge refleja lo que las escuelas Católicas de Utah, las cuales sistemáticamente están viendo un incremento en sus admisiones conforme se recuperan del impacto por la pandemia. Los números de inscripciones son 4,757 el mismo número que durante el año escolar del 2019-2020 y un 9 por ciento mayor que el año pasado, en donde los números estaban en 4,362.
A nivel nacional muchas escuelas Católicas han experimentado un aumento en sus inscripciones cuando durante los picos de la pandemia, las escuelas públicas en la nación se vieron forzadas a suspender las clases presenciales para irse a en línea. Mientras las estadísticas totales aún no están disponibles por parte de la Asociación Nacional de Educación Católica, la cual esta detallando su reporte anual de inscripciones el cual tiene como fecha límite el 17 de febrero, no hay duda de que las inscripciones han aumentado.
“La creencia general es que las inscripciones han aumentado porque las familias están buscando alternativas ante las escuelas públicas que fueron totalmente virtuales,” dijo Margaret Kaplow, vicepresidenta de comunicaciones relaciones públicas del NCEA agregando que cerca del 86 por ciento de las escuelas Católicas, “estuvieron abiertas de manera segura para el aprendizaje en persona, cinco días a la semana con la opción de aprendizaje híbrido.”
Entre los distritos escolares de Utah solo el distrito escolar de Salt Lake City permaneció en línea durante el otoño, por lo que las escuelas Católicas locales no vieron el impacto a nivel nacional. En su lugar, sus números bajaron ya que algunos padres de familia optaron por mantener a sus hijos en sus escuelas buscando las opciones en línea. Otra de las razones de la baja fue el esfuerzo de las escuelas por mantener el distanciamiento social que en algunos casos se tradujo en números a un nivel artificialmente bajo.
“Parte de ello fue creado por nuestras propias acciones, por la manera en que manejamos el COVID,” dijo Longe.
Aun así, a nivel nacional algunas de las escuelas vieron algunas transferencias de estudiantes de escuelas públicas, especialmente del distrito escolar de Salt Lake City. Los directores de las escuelas dijeron que la mayoría de esos estudiantes han permanecido en las escuelas este año.Conforme la vida regresa a la normalidad de antes de la pandemia, las escuelas Católicas de Utah todavía se enfrentan con retos para mantener sus números. Durante las décadas anteriores a la pandemia, vieron un 1.5 por ciento de disminución año con año en los estudiantes. Longe siente que esto fue en gran parte al constante incremento del costo de la educación privada.
“Contamos con muy pocos fondos del exterior y nuestra única opción es aumentar las colegiaturas para poder cubrir los costos operacionales y los salarios,” dijo Longe. “Contamos con un modelo de colegiatura: cuando los costos suben, no tenemos otra opción mas que subir las colegiaturas.”
A diferencia de los estados con gran concentración de Católicos, Utah cuenta con pequeñas parroquias las cuales no pueden apoyar significativamente a las escuelas. Para tratar de apoyar esto con más estudiantes, la diócesis ha lanzado programas tales como el Pastor Promise, el cual ofrece ayuda temporal para la reducción de la colegiatura dándole la bienvenida a nuevas familias Católicas.
Cada escuela cuenta con sus propios fondos y usan los medios sociales y otros para la atención a sus programas, a los donativos y al incremento de estudiantes.
Longe dijo que el futuro resulta de retos y el éxito para el futuro de las escuelas Católicas dependerá grandemente en cuanto los padres de familia valoren la educación Católica.
“Esperamos que podremos mantener a población y que continuaremos atrayendo estudiantes y que también permanecemos como la opción viable para quienes llegaron durante la pandemia.”
“Con una educación Católica clásica, creemos que educamos al niño como un todo,” dijo Longe.
“Cuando los estudiantes salen de nuestras escuelas, ellos cuentan con varias habilidades que realmente los preparan para ser exitosos en sus futuros y para ser personas de largo aprendizaje.”
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