Llega para realizar ministerio en Utah sacerdote de El Salvador
SALT LAKE CITY — Después de algunos meses de realizar llamadas con sus compatriotas que realizan ministerio en Utah y con los directivos de la Diócesis de Salt Lake City, y contando con el apoyo de su diócesis, el padre Victor Alvarado-Renderos ha comenzado su ministerio en Utah.
El proceso para su llegada a Utah comenzó en el 2020 cuando el Obispo del padre Alvarado en El Salvador le preguntó al padre si le gustaría vivir la experiencia de servir en otro país, por meses el padre ya había estando orando por tal ministerio.
Después de una llamada telefónica con uno de los sacerdotes salvadoreños en Utah, el padre Alvarado comenzó el proceso para ser aceptado en la diócesis de Salt Lake City.
“Todo se fue realizando a partir de allí con la ayuda de Dios y del personal de la Diócesis que ha sido sumamente amable conmigo, hoy estoy aquí,” dijo el padre Alvarado quien llegó a Utah el 25 de abril.
El padre dijo que su vocación al sacerdocio fue el resultado de la celebración del Jubileo del año 2000 y de la figura entrañable de San Juan Pablo II. Y
En su carta Apostólica de 1994 Tertio Millennio Adveniente , San Juan Pablo II llamo a tres años de preparación para la celebración del Jubileo.
“Yo trabajaba en la Pastoral juvenil de mi parroquia y estaba muy involucrado con todas las celebraciones jubilares,” dijo el padre. Eso lo llevó a plantearse la pregunta sobre el sacerdocio, y en el 2001 fue admitido en el Seminario PIO XII de la Diócesis de San Vicente, El Salvador.
El 12 de abril del 2008, el padre Alvarado fue ordenado al sacerdocio en una Iglesia localizada a solo trecientos metros del hogar de sus padres.
“Fui ordenado en la Parroquia El Calvario de Ilobasco... Era la víspera del Domingo del Buen Pastor (IV Domingo de Pascua). Era una mañana lluviosa. La mañana más lluviosa del invierno de ese año. Ese día aprendí que incluso en los días lluviosos pueden pasar cosas muy hermosas,” dijo el padre.
Quinceaños de sacerdocio le han enseñado muchas lecciones importantes.
“Creo que lo más hermoso ha sido poder decirle al Señor al igual que Pedro: “Señor, Tu lo sabes todo, Tú sabes que te amo”.(Juan 21, 17)
El padre Alvarado dijo que otra cosa que lo ha marcado como sacerdote es cuando esta frente a la congregación y dice en la plegaria Eucarística ““líbranos de todos los males, Señor y concédenos la paz en nuestros días”.
A través de los retos de la vida, el padre dijo que el Señor siempre lo ha tomado de la mano y le ha repetido las palabras de Juan 10,10, ““He venido para que tengan vida y vida en abundancia”
Desde su llegada a Utah el padre Alvarado se ha estado alojando y sirviendo en la Catedral de la Magdalena
“Todas las personas que he encontrado en este camino han sido, sumamente amables,” dijo el padre Alvarado agregando que el obispo Solis y sus colaboradores han sido muy cálidos “y los laicos del Centro Pastoral y la Rectoría y la Cancillería me han mostrado el fuerte compromiso que tienen con la Iglesia especialmente con la comunidad hispana.”
El padre dijo que las primeras palabras del Obispo Solis para él lo marcaron: “Bienvenido a construir el Reino, aquí en Utah”.
Al llegar a la Rectoría de la Catedral de la Magdalena “me impresionó la reliquia de esta santa mujer con la leyenda: “La primera testigo de la resurrección”. Me gustaría pensar que esa es la gran aspiración de todo bautizado, ser testigo de que Cristo vive y su vida se comunica a nosotros en la Iglesia,” dijo el padre.
Desde su llegada el padre Alvarado ya ha celebrado Misas en español en la Catedral.
“Nunca en mi vida había visto a tantas culturas reunidas para la celebración de la Santa Misa,” dijo el padre. “Este es un hermoso símbolo de la gracia divina que se derrama en todos los corazones que están abiertos.”
El padre apreció su aprecio por las personas que ha conocido desde su llegada en Utah.
“Quiero agradecer a todos los hermanos que he encontrado ya en estos pocos días, por su cercanía y apoyo. Su testimonio me edifica mucho. Cuenten conmigo para compartir este camino de fe en el que el Señor nos ha juntado en esta bella tierra de Utah,” dijo el padre Alvarado.
El padre ha sido asignado como el vicario parroquial de la Iglesia de Saint Joseph en Ogden. Su ministerio en esa parroquia comenzaré el 2 de agosto.
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