Los diáconos diocesanos mantienen sus ministerios, levantando los espíritus durante la pandemia del COVID-19

Friday, Apr. 17, 2020

SALT LAKE CITY — Los diáconos siempre han sido formado una gran parte del clero en la Iglesia Católica de Utah ya que la demanda de los sacerdotes es muy grande y la distancia entre las parroquias y misiones más.

La Diócesis de Salt Lake City cuenta con 67 diáconos activos los cuales brindan ministerio en las más de 80 parroquias misiones y centros Newman localizados a lo largo y ancho del estado de Utah.

Algunos diáconos son bilingües; otros más solo hablan inglés y algunos solo hablan español, pero sobre todos brindan servicio día y noche conforme su párroco, parroquias y comunidad lo necesiten. Con la pandemia del COVID-19 el ministerio ha incrementado sus servicios.

“Estos tiempos están llenos de retos tribulaciones e incertidumbre. Además de situaciones imprevistas," dijo el diácono Gerardo Marrufo, quien está asignado a la parroquia de Santa Teresita del Nino Jesus en Midvale.

El diácono Marrufo y su esposa son abuelos de una pequeñita de 10 meses de edad la cual, junto con sus papás, viven con ellos.

“Realmente debemos cuidar todos de todos, es decir los unos de los otros,” dijo el diácono Marrufo agregando que el mayor reto es mantenerse sanos, es decir, cumplir todas las recomendaciones de los responsables de la salud, gobierno y representantes de la Iglesia. También debemos mantenernos relajados ya que en estos tiempos necesitamos continuar con nuestro ministerio, y encontrar confort, ya que además del virus, también hemos vivido temblores y las múltiples replicas que le han seguido, y eso nos pone en constante estrés, preguntándonos ¿qué sigue?,” dijo el diácono Marrufo.

A pesar de todo “tratamos de aceptar que son situaciones que han ocurrido en otras circunstancias y otros tiempos, pero además está ocurriendo hoy en nuestras vidas, estamos seguros de que solo con la ayuda de Dios podremos salir adelante.” 

Para contrarrestar todo esto, el diácono ha estado viendo en línea la Misa diaria, haciendo las oraciones de Laudes, vísperas, completas y novenas.  

“Me han dado gran satisfacción en el ámbito familiar, espiritual y parroquial. Saber que puedo aliviar un poco el dolor que otros sienten, me conforta y me ayuda a continuar y a estar preparado para cuando toda esta pesadilla termine continuar sirviendo a mis hermanos en la parroquia,” dijo el diácono Marrufo.

Para el diácono Guillermo Méndez, quien brinda su servicio en la Catedral de la Magdalena, la pandemia del COVID-19 lo ha hecho enamorarse y confiar más que nunca en la Iglesia católica.

Además de servir en las Misas en la Catedral, el diácono Méndez al igual que el diácono Marrufo es padre de familia y abuelo, y ha sido el vínculo entre la catedral y los catequistas y maestros de RICA de la misma.

“Estoy en continua comunicación con las maestras del catecismo y RCIA, para que apoyen a los papás de los niños del catecismo y los animen a que juntos repasen las lecciones de sus libros y continúen su aprendizaje a nuestra Fe católica,” dijo el diácono Méndez.

De igual manera el diácono ha estado en comunicación continua con las personas adultas que se estaban preparando para recibir sus Sacramentos en la Vigilia Pascual “mandándoles lecturas de la sagrada biblia para reflexionar,” dijo el diácono Méndez.

Para él, estos tiempos han sido difíciles.

Es muy triste, “ver tanta gente sufriendo en todo el mundo es imposible no sentir dolor por nuestros hermanos,” dijo el diácono Méndez agregando de desafortunadamente en toda tragedia quienes sufren más son siempre los más vulnerables.

“Como Diácono servidor de nuestro Señor he estado hacienda Oración por todos los hijos de Dios que están sufriendo en el mundo,” dijo el diácono Méndez.

“Trato de escuchar la Misa diaria celebrada por el Papa Francisco asisto tres o cuatro días a la semana a visitar al Santísimo Sacramento,” dijo el diácono quien continua su servicio en la Misa de tres de la tarde los domingos en la Catedral, esta es transmitida por el canal de YouTube de la misma. 

 “Con todo mi Corazón quiero dejarles saber que los he extrañado mucho y que por favor se queden en sus casas y que sigamos las instrucciones de las autoridades para evitar cualquier contagio,” dijo el diácono Méndez, agregando que espera que las personas pongan su fe  en el Padre Celestial, para que así “veamos esta situación como una oportunidad para  reflexionar y podamos evaluar nuestras actitudes y ver cuáles son las que tenemos que cambiar para poder ser mejores hijos e hijas de Dios,” dijo el diácono Méndez.

Ahora que la Semana Santa ha pasado el diácono Méndez espera que ya que las personas acompañaron a “nuestro Señor Jesucristo en su Pasión hayan podido resucitar con Él en este Domingo de Pascua.”