Traducción: Laura Vallejo
SALT LAKE CITY — El 20 de junio en el histórico Hospital de Mineros en Park City, fue tiempo de historias, conforme los Ministerios de la Santa Cruz celebraron el 150 aniversario de la llegada de las Hermanas a Utah con un evento titulado “Sisters, Silver & Service.”
De acuerdo con su sitio en línea, los Ministerios de la Santa Cruz ofrecen servicios de salud, educación y justicia a las personas marginalizadas y de bajos recursos. Con los fondos de la venta del Hospital de la Santa Cruz, las Hermanas fundaron la organización sin fines de lucro en 1994.
“Pienso que ellas son un ícono del América del Oeste,” dijo Mike O’Brien, miembro de la consejo de los Ministerios de la Santa Cruz, quien ha escrito extensivamente sobre la historia de las Hermana en Utah.
Asentando el tono de su plática, O’Brien mencionó varios eventos sobresalientes que sucedieron cuando las Hermanas llegaron en Utah: los ferrocarriles transcontinentales fueron terminados seis años antes, Wyatt Earp era el subgerente de Dodge City y “el Señor del León, Brigham Young, estaba comenzando a hacer florecer el desierto en lo que se conoce como el territorio de Utah.”
En ese entonces Utah, “era conocida como y un lugar árido y tal vez un poco despiadado y me gusta pensar que las Hermanas de la Sana Cruz ofrecieron un balance con su gracia, belleza y compasión.”
O’Brien dijo que una de las primeras de las dos hermanas que llegaron a Utah, la Hermana Raymond Sullivan, fue una inmigrante irlandesa de los Estados Unidos. La otra Hermana Augusta Anderson, viajó de niña de Virginia a Ohio en una carreta.
O’Brien añadió que seis meses de su llegada, las Hermanas de la Santa Cruz construyeron dos escuelas y un hospital. Al paso de los años establecieron varias escuelas en Utah de Ogden a Silver Reef así como varios hospitales. Las primeras tres Hermanas que dirigieron el Hospital de la Santa Cruz en Salt Lake City todas eran inmigrantes dijo O’Brien, notando que en los 150 años en Utah cerca de 1,300 Hermanas de la Santa Cruz realizaron misterio en el estado.
“Ofrecieron lazos increíbles y una devoción a los mas necesitados, inmigrantes y comunidades mineras. Como he mencionado, varias fueron inmigrantes, pero ayudaron a quien lo necesitara.”
Roger McDonough, cuyo bisabuelo ayudó con la construcción del Hospital de Mineros y fue miembro del primer consejo de directores, notó que sus bisabuelos fueron inmigrantes irlandeses y se conocieron en Park City.
McDonough recalcó que cuando los pioneros mormones llegaron a Utah en 1847 el área era todavía parte del territorio mexicano; el Tratado de Hidalgo, el cual transfirió la tierra a los Estados Unidos no fue firmado sino hasta 1848
“Fue en esta olla vibrante y frecuentemente áspera que las Hermanas de la Santa Cruz llegaron hace 150 años, y para pensar sobre esas fuertes, determinadas mujeres de la orden de la Santa Cruz, es muy inspirador- muchas como Mike subrayó fueron irlandesas- saliendo a un mundo que necesitaba tanto confort como valentía’ dijo McDonough. “Ellas entendieron los retos de las familias de inmigrantes, ya que sus historias eran su reflejo… la historia de Park City y de Utah y del Oeste siempre ha estado guiada por marejadas de inmigrantes, cada uno con sus esperanzas, luchas y sus combinaciones únicas, y a 150 años, las Hermanas de la Santa Cruz han estado allí para esas comunidades, ofreciendo educación, sanación y guía espiritual. Su legado de compasión, servicio y resiliencia continúa inspirándonos todos, y nos recuerda que todos compartimos raíces y caminos y confort, frecuentemente lejos del hogar.”
La última persona que habló ese día fue Emmie Gardner. CEO de los Ministerios de la Santa Cruz, cuyo papá fue un inmigrante mexicano y cuyos abuelos eran de Italia. Ella asistió al Colegio de la Santa Cruz en Indiana y llegó a Utah como asociada de la Santa Cruz.
Mientras los Ministerios de la Santa Cruz fueron fundados por las Hermanas con el dinero de la venta del Hospital de la Santa Cruz, el año pasado las últimas hermanas se fueron y ahora el personal de la organización siente “que es nuestra obligación mantener el increíble legado de justicia social y de compasión,” dijo Gardner, agregando que “queremos estar aquí para apoyar a la comunidad de inmigrantes y empoderarlos para ser auto suficientes.”
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