El Día de Acción de Gracias es una gran ocasión para recordarnos el amor, la fidelidad y la generosidad de Dios hacia nuestra vida, nuestro ministerio y hacia la Iglesia. Es un momento especial para reconocer con gratitud sus innumerables bendiciones que hemos recibido constantemente. Nuestra diócesis ha sido tremendamente bendecida por Dios de muchas maneras pequeñas pero muy significativas. En febrero pasado, honramos a algunos de nuestros sacerdotes que celebraron los aniversarios de su ordenación sacerdotal, un testimonio de su fidelidad a su vocación y dedicación al servicio de la Iglesia y del pueblo de Dios en Utah. Fuimos bendecidos por la asistencia y participación de casi todos nuestros sacerdotes durante el retiro anual del clero en junio y en la convocación de otoño en octubre. Ambos fueron acontecimientos llenos de gracia y grandes ocasiones que ayudaron a fortalecer los lazos de nuestra unidad, solidaridad y fraternidad.
La Cena Anual de Obispos de este año a beneficio de la Catedral de la Magdalena fue un gran éxito, destacando el 25 aniversario de su última renovación. La donación financiera de tantos amigos y benefactores generosos para apoyar el mantenimiento de la Catedral y el ministerio especial de la obra caritativa del Buen Samaritano fue un maravilloso favor de Dios.
Nuestro Buen Señor continúa bendiciéndonos mientras damos la bienvenida a 4 nuevos sacerdotes estos últimos meses: P. Augustine Hilander, OP, P. Anil Kakumanu, P. Ariel Durian, CS y P. Emilio Joshua Santos. Uno de nuestros seminaristas Dominic Sternhagen fue admitido a la Candidatura en preparación para su ordenación a la Orden del Diácono en junio próximo; 5 nuevos candidatos al Diaconado Permanente fueron instituidos a la Orden de Lector y dimos la bienvenida a Karin Hurley, la nueva Directora de la Oficina de Mayordomía y Desarrollo Diocesano. Karin nos proporciona información y una conciencia más clara del compromiso de mayordomía a través de la Campaña de Desarrollo Diocesano para dar la asistencia crítica a los diferentes ministerios pastorales, especialmente a las parroquias y misiones pobres.
El Quinto (V) Encuentro trajo a nuestra diócesis las bendiciones de la renovación de la fe, el entusiasmo renovado y la emoción por vivir y compartir la fe, que son esenciales en la construcción de nuestras comunidades eclesiales. Estamos agradecidos a las parroquias y misiones que llevaron a cabo el alcance pastoral a las comunidades hispanas con la intención de ayudar a nuestros hermanos y hermanas latinos a convertirse en una parte integral de nuestras comunidades parroquiales y formarles como nuevos líderes como discípulos y partícipes de Cristo en nuestra misión de evangelización.
El Programa de Ministerio Eclesial Laico en inglés y español bajo el Instituto Congar para el Desarrollo Pastoral es otra bendición para nosotros. Celebramos el doceavo ( 12º) aniversario durante el Congreso Diocesano de Pastoral el pasado mes de septiembre. El evento se enfocó en los dones de los laicos y en la formación y desarrollo de líderes laicos en nuestra Diócesis que sirven a parroquias y misiones en diversas capacidades como directores de diferentes ministerios pastorales y litúrgicos.
Durante el Congreso, lanzamos el Nuevo Plan Pastoral Diocesano, el resultado de un trabajo laborioso y colaborativo entre nuestros sacerdotes y laicos, introduciendo la visión y misión de nuestra Iglesia local en Utah para los próximos años. Las cinco prioridades pastorales definidas en el nuevo plan trazan el curso de nuestros esfuerzos para una nueva primavera de Evangelización a través del encuentro personal con Cristo y el acompañamiento intencional del pueblo de Dios en nuestro continuo camino de fe.
Este próximo tiempo de Adviento presenta otro momento desafiante pero emocionante en nuestra Diócesis. Comenzamos un capítulo en la misión de Evangelización al implementar oficialmente nuestro nuevo Plan Pastoral para perseguir de una manera más intencional la conversión de los corazones a fin de renovar, inspirar y animar nuestra vida de fe para convertirnos en discípulos misioneros alegres y entusiastas de Cristo al compartir y proclamar el Evangelio. Por favor, tome nota de la información importante añadida sobre los acontecimientos de los próximos meses que necesitan su atención y consideración.
Finalmente, agradezco a todos mis hermanos sacerdotes, diáconos, a todos los ministros y líderes parroquiales y a todo el Pueblo de Dios en nuestra Diócesis por sus oraciones, apoyo y colaboración en nuestra misión. Nos esperan muchos desafíos al embarcarnos en un nuevo capítulo de nuestro viaje espiritual. Seguimos adelante con profunda gratitud y esperanza en la presencia permanente de Dios, siempre confiados en su divina providencia. Unamos nuestros corazones y nuestras manos al trabajar como una sola familia de fe en la búsqueda de la única misión de Cristo. Unidos en la fe, la esperanza y el amor, que nuestro esfuerzo por intercesión de nuestra Santísima Madre merezca las infinitas bendiciones de Dios.
¡Gracias y que tengan un bendecido Día de Acción de Gracias!
+Reverendísimo Oscar A. Solis
Obispo de Salt Lake City
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