¡Saludos en la Paz y Amor de Cristo!
El 1ero de enero, los Católicos nos unimos con el resto del mundo dando la bienvenida a un Año Nuevo 2025. En este primer día del año, rendimos honor a la Santa Virgen María por su importante papel el Plan de Salvación de Dios y por haber dado vida a Jesús, el Mesías prometido. La Solemnidad de María Madre de Dios, un día de Obligación, reconoce la enseñanza de la Iglesia de que Jesucristo es tanto un Dios verdadero, como un hombre verdadero. Esto significa que su divina naturaleza y su naturaleza humana están inseparablemente unidas en lo que nuestra fe conoce como una unión hipostática.
En el diseño divino de Dios, Jesús llegó con la alegría y paz a un mundo pecaminoso y quebrado. Él llegó como una luz para iluminar el camino de la humanidad regodeada en la obscuridad de la violencia, confusión, odio, y sufrimientos. Hoy Cristo llega al mundo, el cual ha perdido su brújula moral y se ha llenado con el hechizo del materialismo e individualismo que niega y aleja la noción de Dios, del cielo y del destino eterno.
Así es que, en medio de las tribulaciones, confusión, y miseria, nos acercamos al Año Nuevo con la confianza de la esperanza y alegría. Dios nunca nos abandona y nunca se cansa de está con nosotros. Podremos huir de Él pero no de Su gracia. Él manifiesta su presencia entre nosotros y su amor infinito en Jesús, el Príncipe de la Paz luz del mundo y nuestro pastor quien dio su vida por nosotros.
Con la providencia de Dios, celebramos este Año Nuevo como ‘Peregrinos de Esperanza’. Nuestro Santo Padre declaró al 2025 como un Año Jubilar. Es un tiempo de oración y de gracia para encontrar la misericordia infinita del Señor llevándonos a la renovación de fe y conversión de corazones para que así podamos vivir el Evangelio en su totalidad. El Papa Francisco nos recuerda que nuestra Iglesia es una comunidad de creyentes caminando hacia Dios. Nos anima a poner nuestra esperanza en Dios, una esperanza que no se disuelve ni decepciona.
Aún más, tenemos una razón más para cele-brar, la llegada del Año de Nuestro Señor 2025. Nuestra diócesis le da la bienvenida a la Conferencia SEEK25 en donde miles de Católicos, clero, religiosos y laicos, se reunirán del 1 al 5 de enero en el Salt Lake Palace siendo testigos evangelizadores del amor de María, nuestra Madre, y de la paz de Jesús. Los invito a participar en los diferentes eventos y actividades planeados en nuestra diócesis.
Comencemos el Año Nuevo con la esperanza y gratitud de que Dios llena nuestros corazones con Su amor, alegría y esperanza. ¡Deseándoles un Santo y Feliz Año Nuevo!
Traducción: Laura Vallejo
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