Mensaje de Año Nuevo del Obispo Solis

IC file photo

+ Enlarge

¡Saludos en la paz y amor de Cristo a todo el Pueblo de Dios en Utah así como para todas las personas de buena voluntad!

El 1ero de enero el Octavo de la Navidad seguirá cele-brando el nacimiento de Cristo y la alegría por el don más grande de Dios para la humanidad. En su infinito amor, Dios envió a su único Hijo, nacido de María, para ser nuestro Salvador y para vivir entre nosotros, Jesús el Emmanuel, permanece con nosotros a pesar de las miserias, inseguridades e incertidumbres del mundo.

Darle la bienvenida al Año Nuevo es diferente cada año. Es una oportunidad no solo para reflexionar sobre nuestro pasado, sino para resolutivamente querer comenzar de nuevo, enfocándonos en mejorarnos para llegar a ser las mejores personas que Dios nos ha creado a ser. Podemos comenzar dejando lo viejo, para hacer camino para lo nuevo, para así poder seguir con las lecciones aprendidas en nuestros corazones, para así poder comenzar con nueva esperanza para una nueva visión en todos los aspectos de la vida que se nos presenta.

El año nuevo presenta otras oportunidades y posibilidades para nosotros, por las que debemos estar agradecidos. La gracia de Dios siempre está presente, pero está en nosotros hacerlo realidad en nuestras vidas para así crear una nueva época de amor, justicia y paz siendo corresponsables responsables de las bendiciones de Dios, constructores de unidad, e instrumentos del cambio transformando así a el mundo a uno mucho mejor.

Nuestra Iglesia dedica el primer día del año nuevo a la Solemnidad de María, la Madre de Dios. Honramos a la Santa Virgen María por su importante papel en el ministerio de nuestra salvación al dar luz a nuestro Salvador, la Luz del Mundo, y Príncipe de Paz. Los animo a ir a Misa el 1ero de enero. Para orar y buscar la amorosa intersección de nuestra Santísima Madre, para que Jesús, Su Hijo, nos inspire y empodere con su Gracia para emular, imitar y seguir su ejemplo, para que muchos sean hijos de Dios fieles, humildes y obedientes, tal como ella lo fue.

Creyendo y confiando em la presencia perdurable de Dios que nunca nos abandona, Les extiendo  todas mis oraciones y mejores deseos para ¡un Feliz Año Nuevo lleno de la paz y   bendiciones de Dios!

Traducción: Laura Vallejo