Mensaje del Obispo por Pentecostés

Friday, May. 29, 2020
Mensaje del Obispo por Pentecostés + Enlarge
By The Most Rev. Oscar A. Solis
Bishop of Salt Lake City

Saludos de la paz y el amor de Cristo. Soy el Obispo Oscar Solís de la Diócesis de Salt Lake City.

En el domingo de Pentecostés, celebramos una fiesta significativa en la vida de todos los creyentes cristianos. Recordamos el descenso del Espíritu Santo sobre los apóstoles y discípulos, cincuenta días después de la fiesta de la Pascua, dando sentido a los frutos y efectos al cumplimiento de la obra de redención. Los apóstoles y discípulos regresaron a Jerusalén y se reunieron en la Habitación Superior después de que Jesús ascendiera al cielo. Mientras rezaban juntos, el Espíritu Santo descendió sobre ellos como una paloma, pero con un poderoso rugido, como una violenta ráfaga de viento que llenó la habitación de forma milagrosa.  Lenguas ardientes descendieron sobre cada uno de los presentes, dando evidencia de que el Espíritu Santo fue dado personalmente a cada uno de ellos.

El poder transformador del Espíritu de Dios cambió completamente las vidas de los temerosos apóstoles y discípulos. Salieron de su escondite fortalecidos con nueva fuerza profesando su fe en el Señor Resucitado y proclamando el Evangelio del amor y la salvación. Pedro dio su primer sermón, llamando a la gente a arrepentirse y ser bautizada para que recibieran el Espíritu Santo. Las Escrituras nos dicen que miles de personas se convirtieron al cristianismo ese día, y la Iglesia que está en pie hoy da inicio.

En estos tiempos oscuros, podría parecer que estamos aislados en un cuarto, debido a nuestros temores y ansiedades por el coronavirus. Pero como gente de Pascua, gente de fe y esperanza; la interrupción de nuestras rutinas normales puede ser una oportunidad para reflexionar sobre la presencia de Dios en nuestras vidas y para orar para que el Espíritu Santo nos dé fuerzas para tener valor, perseverancia y confianza en el amor permanente de Dios. Incluso en estos tiempos difíciles, en medio de nuestra propia oscuridad y soledad, podemos compartir los dones que hemos recibido con los necesitados. Nosotros, los que hemos sido bautizados y confirmados, debemos recordar los dones que se nos han dado, que al igual que Pedro, estamos llamados a ser evangelizadores llenos del Espíritu de la Buena Nueva.

Los apóstoles recibieron el don de lenguas, capaces de hablar a los reunidos de diferentes culturas. Este es el don del amor infundido en nosotros por el Espíritu Santo que trae la reconciliación, la misericordia y la comprensión. El amor es el lenguaje común que compartimos. En nuestra comunidad católica de Utah, hablamos una variedad de lenguas, dada nuestra diversidad cultural.  Ese amor nos une y nos permite llegar a los demás con alegría y ánimo.

Pentecostés nos llama a recordar los dones que hemos recibido, y nuestra llamada a compartir la buena noticia del incesante amor de Dios con los demás a través de nuestros actos de bondad, justicia y caridad. Pidamos al Espíritu Santo que reencienda en nosotros el fuego del amor de Dios para que podamos renovar la faz de la tierra y oremos:

Oh Dios, Que, por el misterio de la gran fiesta que hoy celebramos, santificas a toda tu Iglesia en cada pueblo y nación, te pedimos que derrames los dones del Espíritu Santo sobre la faz de la tierra y, con esa gracia divina que actuó cuando el Evangelio fue proclamado por primera vez, llena una vez más los corazones de todos los creyentes.  A través de Cristo nuestro Señor. Amén.

Dios los bendiga a todos.

El Reverendísimo Oscar A. Solis, Obispo de Salt Lake City

Vea el mensaje en video en www.dioslc.org ó en la página de Facebook del Intermountain Catholic en español

For questions, comments or to report inaccuracies on the website, please CLICK HERE.
© Copyright 2025 The Diocese of Salt Lake City. All rights reserved.