Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
En el Evangelio de Lucas (2:10-11) podemos leer: “Pero el ángel les dijo: No Tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una Buena Noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo, hoy en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador que es el Mesías y el Señor.”
Dios cumple su promesa con la llegada del Salvador, quien ha nacido en un pobre pesebre para la humanidad pecaminosa y quebrada. Jesús es la Encarnación del Emanuel, que significa ‘Dios con nosotros’. Él es la manifestación del amor infinito de Dios y de la gracia redentora para el mundo, la cual desea la sanación, reconciliación y paz en medio de la guerra, polarización y sufrimientos especialmente entre los pobres, los vulnerables, y los hermanos y hermanas marginalizados.
La Navidad nos recuerda que tenemos a un Dios al que le importamos, que nos ama, quien nos salva y quien nunca nos abandona. Jesús es Dios, el don precioso para nosotros, una luz que brilla en los momentos más obscuros de nuestro mundo que se ilumina con Su mensaje de esperanza, alegría y paz.
Este año tenemos una bendición adicional, en la Noche Buena, el Papa Francisco inaugurará el ‘Jubileo 2025’ bajo el tema ‘Peregrinos de Espe-ranza’. El Papa ha dicho que un jubileo es un tiempo de gracia, el cual nos exhorta a que en estos tiempos de retos pongamos nuestra esperanza en Dios, quien siempre nos es fiel y quien nunca nos decepciona.
Conforme seguimos en nuestro camino de fe, les deseo a ustedes y a sus seres queridos las bendiciones y alegría que llegan con Cristo.
¡Una muy feliz Navidad llena de Gracia!
Traducción: Laura Vallejo
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