Traducción: Laura Vallejo
SALT LAKE CITY — Un nuevo programa a través de la División de rehabilitación y Reingreso Correccional del estado tiene la misión de ayudar a los reclusos que tienen la fecha de liberación muy cerca, transaccionen a la sociedad y así tengan menos probabilidades de volver a ser encarcelados. El programa hace pares de voluntarios con prisioneros para ayudarlos a que planeen el futuro una vez fuera de las paredes de la cárcel.
El ministerio de prisión de la Diócesis de Salt Lake City, el cual cuenta con más de 20 voluntarios quienes regularmente visitan a los prisioneros, espera poder ayudar con este nuevo programa. Sin embargo, para hacerlo necesita de más voluntarios.
“Es uno de los trabajos corporales de la Misericordia; estamos llamados a ayudar a los prisioneros,” dijo el diácono Greg Werking, capellán asistente del ministerio de prisión. “Piensen en caminar fuera de la prisión después de 10 años y salir por las puertas y nadie te espera. Esto es algo simplemente horrible, pero creo que realmente podemos propagar la Buena Nueva al alcanzar a los prisioneros.”
El ayudante del sheriff Warden Brian Taylor dijo que el sistema de prisión de Utah tiene un porcentaje de 65% de reincidencia; pero con este nuevo programa están trabajando para cambiar esta estadística. En el 2014 se comenzó con un programa piloto reduciendo la reincidencia en un 15 por ciento el primer año y en un 30 por ciento después de tres años.
Taylor dijo que el que los prisioneros conecten con voluntarios es critico para el éxito de su transición.
“Es imperativo,” dijo. “Si tenemos a personas en la prisión cuyas afiliaciones religiosas es la Católica desean que las personas que los apoyan entiendan su valor. Cuando se trata de creencias religiosas, estas son imperativas.”
“Si las personas no se sienten unificadas, no se sienten conectadas,” no seguirán los pasos a los que se han comprometido en el programa. “Si salen y no se sienten conectados y no sienten que son valorados, dejarán de hacerlo. Así es que si queremos que las personas continúen, queremos ayudarlos de manera significativa para ellos. Tenemos que unificarlos con personas que tengan creencias similares.”
Aquellas personas que participan en el ministerio dicen que este es muy gratificante.
Terry Maio, feligrés de St. Andrew ha sido volunta-rio en el ministerio de prisión por los últimos dos años. Como católico, esta experiencia ha aumentado su fe.
“Lo más grande que he encontrado es que mi propia fe se ha incrementado cuando comencé a servir a los demás, a los prisioneros,” dijo. “Ellos me han ayudado tanto como yo los he ayudado. Así es que tan solo por su ejemplo he aprendido lo que debo hacer por las personas, y eso es algo muy grande.”
“Creo que como católicos, cuando vamos a Misa escuchamos ciertas palabras en nuestra fe y algo de eso es que necesitamos estar involucrados en la evangelización de las personas,” dijo Maio. “Cuando recitamos el Credo, y hablamos de la comunión de los santos, eso significa todos nosotros. Así es que cuando salen, ellos son nuestros hermanos y hermanas en Cristo, y los podemos ayudar. Y al hacerlo estamos aprendiendo y conociendo el amor y servir a Dios sirviendo a nuestros hermanos y hermanas.”
Los voluntarios del Ministerio de prisión reciben entrenamientos; se les ofrecen tres oportunidades para servir en el nuevo programa. La primera puede ser rea-lizada desde cualquier lugar: en una video conferencia el voluntario guiará a el prisionero haciendo un plan para su salir y compartiendo recursos e información que los puede ayudar a su salida. Los prisioneros que realizan un plan y lo siguen pueden recibir una salida de hasta tres meses antes de la fecha establecida.
“Esperamos que los voluntarios estén dispuestos a caminar junto a los prisioneros para ayudarlos a salir con un plan de vida, y una vez al mes, mantenerlos en ese plan, para que así progresen hacia un buen plan para que cuando salgan tengan éxito,” dijo Werking.
En la segunda fase, los voluntarios trabajando en pares, asistirán a los prisioneros después de su salida y los guiarán con su regreso a la sociedad.
“Estos equipos los ayudarán a resolver problemas menores que hacen que no puedan obtener empleos y vivienda,” dijo el diácono Werking. “Así es que, si desean obtener un empleo, pero no saben hacer un currículo. Si desean conseguir un empleo y so saben como hacer una entrevista, ellos los apoyaran con la misma. Así es que básicamente los ayudarán al éxito.”
Catholic Community Services de Utah se está asociando con el ministerio de prisión brindando entrenamiento en su Academia de cocina de 14 semanas y en otros programas.
El ministerio de prisión también necesita más voluntarios para visitar la prisión mensualmente y ser mentores de los prisioneros vía videoconferencias o en persona.
El ministerio de prisión realizará una reunión informativa el 13 de octubre en el Centro Benvegnu de St. Vincent de Paul a la que todos los interesados en ser vo-luntarios están invitados.
QUE: Reunión informativa del Ministerio de Prisión
CUANDO: domingo 13 de octubre de 13, 6:30 – 8 p.m.
DONDE: Centro Saint Vincent de Paul Benvegnu, 1375 Spring Lane, Holladay.
Se servirán pizzas y bebidas.
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