Traducción: Laura Vallejo
SALT LAKE CITY — El 22 de abril los fieles católicos de la Diócesis de Salt Lake City se unieron en la Catedral de la Magdalena para la celebración de la Misa Memorial diocesana por el fallecimiento del Papa Francisco el día anterior.
Un retrato del Papa Francisco con un velo negro fue colocado enfrente del altar. El Obispo Oscar A. Solis celebró la Misa. Concelebrando la Misa estuvieron el padre John Evans, vicario general, el padre Martin Diaz, rector de la Catedral de la Magdalena; Monseñor Colin F. Bircumshaw, Vicario general emérito; el padre Langes J. Silva, vicario judicial; el padre Ken L. Vialpando, vicario de clero y el padre Samuel Dinsdale párroco de la iglesia de St. Vincent de Paul así como otros sacerdotes diocesanos.
El diácono John Kranz, canciller, y el diácono Guillermo Méndez sirvieron en la Misa. Miembros de los Caballeros de Colón de Utah, del Consejo de Mujeres Católicas y , personal diocesano así como el laicado de la diócesis estuvieron en asistencia.
Durante su homilía el Obispo Solis dijo que “nos reunimos hoy en oración con millones de personas alrededor del mundo en amoroso recuerdo del Papa Francisco, Vicario de Cristo y sucesor de Pedro no solo con los Católicos que lo quieres sino con miles de personas que lo admiran y honran.”
El Obispo Solis reconoció que la tristeza del duelo por un ser querido es normal, “pero la oración es el más preciosa expresión de nuestra fe como discípulos de Cristo que creen en Dios y en la promesa de la vida eterna en alegría y paz para quienes creen en El.”
El día anterior a su fallecimiento el Papa Francisco celebró la solemnidad de la Pascua, “ con gran alegría como siervo y pastor fiel de Cristo. Pasó los últimos momentos de su vida con su rebaño con fidelidad cumpliendo con su responsabilidad como líder nombrado por Dios llamado a llevar el amor de Dios entre la diversidad de la manera más humana pero también santa con gran alegría y entusiasmo y con un gran sacrificio ya que se estaba todavía recuperando de su estadía en el hospital de 38 días,” dijo el Obispo Solis.
La vida del Papa Francisco termino tal como la vivió, “como un pastor quien vivió las virtudes de alter Christus, otro Cristo, con dignidad y humildad,” dijo el Obispo agregando que el Papa “deseo una Iglesia pobre para el pobre, criticado fuertemente lo que él llamó globalización e indiferencia, actitudes que ignora el sufrimiento de las personas en los márgenes de la sociedad, y desechan la cultura con un punto de vista que los débiles y vulnerables son desechables.”
El Papa Francisco promovió “una iglesia de las periferias, en la que se camina juntos hacia una sola misión de la alegría del Evangelio para el mundo de la manera mas sinodal,” dijo el Obispo Solis. “Una Iglesia que sale de si misma a evangelizar, que hace de nuestras parroquias hospitales de misericordia y compasión para el pobre, el enfermo, ellos inmigrantes y los refugiados y para los marginalizados en nuestra sociedad.”
El Papa Francisco incansablemente “guió a la Iglesia con valentía, fortaleza y compasión,” y “ nos deja un increíble legado, no solo para emular si no para imitar.”
El Obispo concluyó pidiendo a los presentes “elevar nuestros corazones agradeciendo a Dios por las bendiciones para nuestra Iglesia y para el mundo por la vida y ministerio de nuestro Santo Padre , el Papa Francisco.”
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