Misa por el no nato

IC Foto/Marie Mischel

+ Enlarge

El 19 de enero la séptima Misa anual por la vida atrajó a personas de todas las edades a la Catedral de la Magdalena.

Traducción: Laura Vallejo

SALT LAKE CITY — El 19 de enero la séptima Misa anual por la vida atrajo a personas de todas las edades a la Catedral de la Magdalena, ese mismo día miles de participantes se enfrentaron a temperaturas gélidas durante la Marca Nacional por la Vida celebrada en Washington D.C.

Al dar la bienvenida a los asistentes el Obispo Oscar A. Solis les agradeció “por venir esta noche a orar como una comunidad de fe, y a darle gracias a Dios por el don de la vida que El creo preciosa y santa desde el momento de la concepción hasta la muerte natural”, y le pido “a nuestro Señor la valentía y fortaleza para proteger y nutrir las vidas de nuestros hermanos y hermanas más vulnerables y débiles en el santuario del vientre materno.”

El Obispo oró por las vidas de los inocentes no natos a los que se les priva la vida a través del aborto y de otras circunstancias, también oro por los padres de familia y por las familias que sufren el dolor de la pérdida de esos niños y, “por nuestra nación y líderes de gobierno para que reconozcan y confirmen la santidad de cada vida humana.”

Concelebrando la Misa estuvieron el padre Martin Diaz, rector de la Catedral; el padre Kenneth Vialpando, Vicario diocesano del clero; así como varios sacerdótes diocesanos. Asistiendo estuvieron el diácono John Kranz y el diácono Guillermo Méndez, así como algunos diáconos más.

Durante su homilía el Obispo dijo que es importante que la Iglesia y la nación se unieran por la vigilia nacional de oración “para celebrar el Evangelio de la Vida y para poner fin a la cultura de la muerte.”

Desde 1973  , cuando se legalizó el aborto en los Estados Unidos a través de la decisión de la Suprema Corte Roe v. Wade, millones de bebés habían sido “privados del don de Dios de la vida y llevando a la miseria a sus mamás y familias,” dijo. Entonces el año pasado, “América se dio cuenta de la bondad en la humanidad y rechazo esta legislación. Pero esto fue una victoria de muy poco tiempo, el aborto sigue sucediendo en el país por la decisión de cada estado. Hemos logrado un progreso, pero debemos de seguir defendiendo la santidad de la vida desde su concepción hasta la muerte natural viendo como cada vida es celebrada, nutrida, valorada y protegida.  Como discípulos de Cristo, es nuestra mi-sión proclamar el Evangelio de la vida cambiando así los corazones, mentes y leyes de nuestra nación para así eliminar el aborto en nuestra sociedad y en el mundo.”

“La promoción de una cultura de vida solo se puede lograr confiado y basándose en la bondad de Dios y en el poder de Su amor,” dijo el Obispo, haciendo hincapié en que la Escritura provee inspiración y valentía ante la tragedia del aborto.

“Sigamos invocando a la providencia de nuestro Señor y confiemos en El,” dijo el Obispo citando al Papa Juan Pablo II “Una gran oración por la vida es urgentemente necesaria, una oración la cual levantará al mundo.”

“Esta noche le pido a Dios que nos empodere en nuestra misión para la salvación de vidas inocentes y para evitar la pena y dolor de la pérdida de las mamás,” dijo el Obispo, subrayando que cada persona esta llamada  “a ser la luz de Cristo disipando la obscuridad de la muerte, para cambiar no solo los corazones sino también las mentes de las leyes de nuestra tierra, siendo así faros de esperanza en nuestro mundo.”

Entre los asistentes a la Misa estuvieron muchas familias con sus hijos, los cuales iban desde infantes hasta adolescentes. Entre ellos la familia Hurd la cual tiene tres hijos que van de los 11 a los 7 años de edad, La familia Hurd asiste a la Iglesia Holy Family en Ogden.

Kristin Hurd dijo que llevo a sus hijos a la Misa para enseñarles “que es muy importante que nuestra cultura ponga atención y se preocupe por la vida, que nuestros hijos lo aprendan para que cuando crezcan puedan ser ,modelos para sus amigos, quienes pueden nunca haber escuchado sobre esto- que todos debemos tener una cultura de la vida.”