BERYL JUNCTION – Decenas de fieles feligreses de la Misión de San Pablo se reunieron para un Encuentro con Jesús celebrado el 25 de abril en la misión ubicada en el condado Iron.
El encuentro fue liderado por los Misioneros de Jesús y María, un ministerio de la parroquia de St. Peter en America Fork.
Debido a la pandemia los asistentes siguieron las medidas de salud tales como el uso de mascarillas y el distanciamiento social, pero sobre todo respetándose entre todos.
El retiro comenzó con una oración de agradecimiento.
“Cuando uno invita a alguien a su hogar le da la bienvenida… este es su hogar y yo me siento muy bendecido de estar aquí en su hogar,” dijo José Hernández, uno de los misioneros, conforme daba inicio al Encuentro agradeciéndoles a los presentes por su tiempo.
Hernaández portó una mascarilla con la imágen del Rosario de un lado y del otro la Cruz. Esto, dijo él, fue un recordatorio del respeto, “de que todos nos debemos de respetar los unos a los otros y de que Jesús siempre está con nosotros.”
Con ejercicios, dinámicas, alabanza, música, bailes y oraciones los misioneros establecieron una conexión con las familias asistentes al Encuentro.
Francisco Jiménez, otro de los presentadores, dio una charla titulada “Buscando en dónde esta Jesús’.
“¿Dónde esta Dios?,” les preguntó a los asistentes. “Él está en todos lados… No está en la Cruz que siempre vemos, esta es solo un recordatorio, una representación. Él siempre esta con todos todo el tiempo.”
Utilizando las lecturas de la Biblia para sus comentarios. Jiménez dijo que “a veces, escuchamos, sabemos, que Jesús está con nosotros, pero eso no lo compartimos. Necesitamos decirlo, fuerte y claramente a todos, especialmente a nuestros niños.”
El Encuentro concluyó con la Santa Misa celebrada por el padre David Bittmenn, párroco de la Iglesia de Saint George , la cual realiza ministerio en la Misión de San Pablo.
“Gracias por compartir su tiempo y sus talentos a los misioneros que realizaron y compartieron este Encuentro con los Católicos de la misión de San Pablo,” dijo el padre Bittmenn.
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