No hay amor más grande

Friday, Sep. 07, 2007
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El Padre Donald E. Hope (arriba) párroco de la Parroquia de Nuestra Sra. de Lourdes en Price, y de las misiones en la región central de Utah, unge la frente de Ruben C. Baza, minero y rescatista en la Mina Crandall Canyon, durante un servicio de oración el 16 de agosto en la Misión San Rafael en Huntington. A la derecha, Rozario León Cano, esposa de un minero, presenta medallas de Sta. Barbara, patrona de los mineros, al rescatista Jesús Salazar después de haber sido ungido por el P. Hope. El P. Hope bendijo a más mineros involucrados en las operaciones de rescate en una Misa a las 7 p.m. el 16 de agosto en la Iglesia de Nuestra Sra. de Lourdes. Mientras se celebraba esta Misa, un segundo derrumbe ocurrió en la Mina Crandall Canyon, matando a tres rescatistas y lesionando a seis. Los mineros habían estado trabajando por 11 días en un intento de rescatar a seis mineros que se piensa sobrevivieron un derrumbe en la Mina el 6 de agosto. Foto del IC por Barbara S. Lee

Por Barbara Stinson Lee

Intermountain Catholic

HUNTINGTON -- ¿Qué podemos hacer por las familias de los mineros atrapados? Eso es lo que el Padre Donald E. Hope, párroco de la Parroquia de Nuestra Sra. de Lourdes en Price, de la Parroquia del Buen Pastor, East Carbon, de la Misión San Miguel Arcángel, Green River, y de la Misión San Rafael en Huntington, escucha en todos los lugares a los que va. Gente de las parroquias y las misiones de la región central de Utah así como en los supermercados y gasolineras han querido saber que es lo que pueden hacer por las familias de los mineros atrapados por más de dos semanas en la Mina Crandall Canyon a a una profundidad de 1,800 pies y a una milla de la entrada de la misma. El viernes 17 de agosto esas voces cambiaron, viniendo ahora de las familias de los mineros atrapados: ¿Qué podemos hacer por las familias de los rescatistas que murieron en la mina?

El P. Hope ha estado yendo de familia en familia desde el primer derrumbe dentro de la Mina Crandall Canyon el 6 de agosto, y el cual dejara atrapados a los mineros Kerry Allred, Don Erickson, Luis Hernandez, Juan Carlos Payan, Brandon Phillips y Manuel "Manny" Sanchez. Él lleva a las familias consuelo, oraciones y la preocupación de la comunidad en general, una comunidad que ahora abarca al mundo entero.

El Obispo John C. Wester de la Diócesis de Salt Lake City, en una homilía durante una Misa celebrada el 8 de agosto para los mineros, sus familias, los rescatistas, y la comunidad de la Misión San Rafael, urgió a los participantes a continuar pidiendo la ayuda de Dios.

"Hay tanto que quisiéramos decir, pero es difícil encontrar las palabras apropiadas para una situación como ésta," dijo el Obispo Wester durante la Misa que fue cocelebrada por el Padre Hope y el Padre Omar Ontiveros, originario de México y asistente pastoral en la Catedral de la Magdalena en Salt Lake City. "Estamos aquí para brindar nuestro amor, nuestro apoyo, y nuestras oraciones a los mineros atrapados, a sus familias, y también a los rescatistas.

"En tiempos como éste es bueno recordar como somos uno; como todo Utah está uniéndose," dijo el Obispo Wester. "A menudo en nuestras vidas nos encontramos desesperados y perdidos, sintiéndonos abandonados. Pero especialmente como escuchamos en el Evangelio de San Mateo, Jesús vino a tranquilizarnos asegurándonos que Dios no nos abandonará, aún en nuestras horas más difíciles?

"En tiempos como éste es difícil recordar que aunque estamos abrumados con sentimientos de ansiedad, tristeza, e incluso enojo, podemos y debemos de traer todos esos sentimientos a Dios. Estos sentimientos deben ser parte de nuestra oración. Dios entenderá nuestros sentimientos porque él está más cerca de nosotros que lo que estamos nosotros mismos. Ahora es el tiempo de ponernos en la presencia de Dios. Dios está con nosotros? él contestará directamente nuestra oración, o él nos dará la gracia para sobrevivir este tiempo tan difícil."

Éste es también el tiempo, dijo el obispo, para que todos reconozcamos los riesgos que los mineros toman para hacer su trabajo, para mantener a sus familias y por nosotros. "Debemos aprovechar esta ocasión para apreciar más profundamente lo que ellos hacen.

"La gente fue a Jesús para escuchar la buena nueva. Hoy rezamos a través de la interseción de María, Nuestra Sra. de Guadalupe, para que pronto escuchemos buenas noticias," dijo el Obispo Wester.

La noche del jueves 16 de agosto encontró al P. Hope celebrando una Misa especial para las familias de los mineros y los rescatistas en la Iglesia de Nuestra Sra. de Lourdes en Price. Se corrió la voz invitando a todos los rescatistas, sin importar la fe, para que asistieran a la Misa para ser ungidos, para pedir por su seguridad, y para recibir medallas de Sta. Barbara, la patrona de mineros y de gente en peligro.

"La devoción a Sta. Barbara como la patrona de los mineros empezó en Polonia," dijo el P. Hope. "Allá, los mineros empezaron a rezar a Sta. Barbara, y la devoción se extendió a otras partes del mundo. Los mineros en Polonia empiezan sus días en la mina rezándole a Sta. Barbara: ?Ahora que desciendo a las obscuras entrañas de la tierra, te suplico, dulce Barbara, que me mantenga fuera de peligro, porque no me gustaría apresurarme ante la presencia de Dios."'

Cuando la Misa, las unciones, y la presentación de las medallas se daban por terminadas, el P. Hope recibió la noticia del segundo derrumbe en la mina. De inmediato fue al Hospital Castleview en Price para ayudar a cubrir las necesidades de los rescatistas y sus familias.

Más tarde esa misma noche, recibirían la noticia de que el segundo derrumbe tomó las vidas de tres rescatistas: Dale Ray Black, 48 años, de Huntington; Brandon Kimber, 29 años, Price; y Gary Jensen, 48 años, Price. Otros seis rescatistas resultaron heridos y fueron hospitalizados.

El 19 de agosto, Rob Moore, socio y vicepresidente de la mina, en una conferencia de prensa realizada después de reunirse con las familias, habló sobre los primeros seis mineros atrapados y dijo, "Es muy probable que no podamos encontrar a estos mineros."

"La tensión entre las familias y la compañía minera parece fluctuar," le dijo el P. Hope al Intermountain Catholic el 20 de agosto. "La compañía minera ha acordado incluír a las familias en las decisiones que se tomen con respecto a futuros esfuerzos de rescate, sin embargo los planes de suspender el rescate ahorita y quizás regresar en el futuro para continuar trabajando la mina ha enojado a las familias.

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