El padre Rodelio Ignacio nació en Valenzuela City, Valenzuela, en las Filipinas. Asistió a el Colegio de Ayuda Perpetua de Rizal, seguido de tres años en la Universidad del Seminario Santo Tomas Central en Manila. Tiene un título em filosofía y otro más en teología sacra. Habla tagalo, inglés y un poco de español.
El 15 de noviembre del 2008 fue ordenado al sacerdocio por el obispo Florentino G. Lavarias para la Diócesis de Iba en las Filipinas. Pasó un año en dos parroquias de esa diócesis como vicario parroquial. Para entonces servir como capellán escolar por cuatro años. A eso le siguió una asignatura como sacerdote en residencia. En el 2019 llegó a la Diócesis de Salt Lake City, en donde fue asignado como vicario parroquial de la parroquia de Saint Mary of the Assumption en Park City y la misión de St. Lawrence en Heber. El 3 de agosto comenzará su nueva asignación como administrador de la Iglesia Blessed Sacrament en Sandy y como capellán de la escuela.
¿Qué quiere que sus nuevos feligreses supieran sobre usted?
Quisiera que mis nuevos feligreses ni me tuvieran miedo. Estoy aquí para llevar el amor y misericordia de Dios y mi corazón está abierto para escuchar sus necesidades.
¿Qué es lo que espera de su nueva asignación?
Estoy realmente feliz por mi asignación en la parroquia de Blessed Sacrament. Mi devoción regular al Sagrado Sacramento me ha ayudado a discernir mi ingreso al sacerdocio, y quiero compartir dicha devoción con los fieles.
Como sacerdote, ¿cuál ha sido su mayor reto?
Mi más grande reto como sacerdote ha sido el expresarle al pueblo que ellos son aceptados, amados y que la Iglesia los cuida, y hacerles saber que todos somos un solo Cuerpo de Cristo.
Como sacerdote, ¿cuál ha sido una de sus mayores satisfacciones?
La parte más satisfactoria de ser sacerdote es que cada día después de realizar ministerio y estar can-sado, al final me siento muy feliz. Mi ministerio me brinda alegria y paz.
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