El padre Joseph Minuth, O.P. nació en Modesto, California; asistió a la preparatoria y Universidad en Texas. Luego ingresó al Instituto Aquinas para Teología en San Luis Missouri. El 14 de mayo del 2011, fue ordenado al sacerdocio para la orden de los Predicadores, Providencia de San Alberto el Magno. El padre habla inglés algo de español y alemán.
Después de haber servido como vicario parroquial en tres ministerios de campus en diferentes universidades, en el 2019 llegó a la Diócesis de Salt Lake City y fue nombrado vicario parroquial de la Iglesia de St. Joseph en Ogden. Esto fue seguido por un año como vicario parroquial de la Iglesia de St. Thomas Aquinas en Logan y capellán de Centro Newman de St. Jerome en la Universidad Utah State. El 3 de agosto comenzará su nueva asignación como administrador de la parroquia Holy Fa-mily en Ogden.
¿Qué quiere que sus nuevos feligreses supieran sobre usted?
Espero estar aqui por un largo tiempo. Espero eso sean buenas notoicias. Me gusta ser transparente ya que soy su sacerdote, y he querido cada asignación y cada comunidad. a la que he pertenecido, pero en mi sexta asignación en mis 11 años como sacerdote me gustaría asentarme.
Al mismo tiempo, estoy igualmente contento por mi mudanza a Holy Family. No solo es el nombre de la parroquia de mi infancia, sino que es una muy amorosa comunidad de una belleza inherente que se puede engrandecer con el potencial que ofrece una ciudad en crecimiento.
¿Qué es lo que espera de su nueva asignación?
Como fraile dominico, he estado en Iglesias en muchos estados y diócesis, desde Colorado hasta Indiana. La Iglesia en Utah es muy única, pero rápidamente está cambiando debido a la inmigración doméstica. Esto significa que existe un conflicto natural y de salud entre los nuevos y viejos habitantes de Utah.
Veo esto como una parte muy importante de mi nuevo ministerio; el como preservar las buenas tradiciones mientras que se incorporan tradiciones y movimientos de otros estados, todo alineado con la tradición Católica. Ultimadamente, veo esto como una muy grande oportunidad para nuestra Iglesia, especialmente para los jóvenes y generaciones futuras de Católicos.
Como sacerdote, ¿cuál ha sido su mayor reto?
Creo que la parte más dura de ser sacerdote es llegar a cumplir con las grandes expectativas que las personas tienen de los sacerdotes. Creo que está bien que las personas tengan estas expectativas, y esto es una gran fuente de inspiración, pero también es un gran reto. Es también una gran contribución para mi paz y alegría, ya que me conduce a una vida más virtuosa. También creo que es lo que las personas se merecen. Además, no solo me da un sentido de lo que es ser verdaderamente un buen ser humano, pero también me ayuda a caminar junto a ellos, y algunas veces ayudar directamente.
Como sacerdote, ¿cuál ha sido una de sus mayores satisfacciones?
La parte más satisfactoria para mí simplemente es ser sacerdote. Esto es más que un trabajo. He aprendido a querer el título de ‘Padre’ ya que realmente soy parte de una familia. Soy parte de bautismos, bodas, funerales… Las personas saben que estamos para ellas. Una de mis experiencias favoritas es cuando fui un nuevo sacerdote. Alguien llegó a mi oficina y me platicó sobre el hoyo que había cavado para sí mismo. Le pregunté si quería confesarse, pero me dijo que no era Católico. Le pregunté porque fue a mi y simplemente me contestó: ‘Usted es un sacerdote’!.
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