Nuevas asignaciones de párrocos y administradores a partir del 1ero de Agosto - Padre Dominic Briese

Friday, Jul. 17, 2020

El 1ero de agosto, seis sacerdotes en la Diócesis de Salt Lake City asumirán sus asignaciones bien sea como párrocos o como administradores de las parroquias a las que han sido asignados. Aquí una breve semblanza del Padre Dominic Briese.

El padre Dominic Briese, O.P. nació en Mineola, Nueva York. Después de graduarse con un título en Finanzas de la Universidad de Utah, ingresó a la Escuela Dominica de Filosofía y Teología en Berkeley, California. El 1ero de junio de 1996 fue ordenado al sacerdocio para la Provincia Oeste Dominica por el Obispo Carlos Sevilla en la Iglesia de St, Dominic en San Francisco. Después de su ordenación, sirvió seis años como párroco asociado, primero en Phoenix y después en San Francisco. Fue asignado como Director del Centro Newman de la Universidad de Las Vegas antes de ser transferido a una parroquia en Sacramento California, en donde sirvió como párroco. Después se dedicó a la predicación en el Priory de St. Alberts en Oakland. En el 2012 llegó a Utah, en donde ha servido como capellán y maestro en la preparatoria Católica de Judge Memorial y en la preparatoria Católica de Juan Diego. El padre habla inglés y español.

A partir del 1ero de agosto servirá como administrador de la parroquia de St. Martin de Porres en Taylorsville.

¿Qué le gustaría que sus nuevos feligreses supieran de usted? 

Soy de nueva York pero siento que Utah es mi hogar porque me gradué de la Universidad de Utah, trabajé en la Base Aérea Hill Force y he pasado casi la mitad de mis años como sacerdote aquí. Me gustan las actividades al aire libre y disfruto ir de excursión, jugar golf, leer toneladas de libris y beber un buen café. Soy Caballero de Colón de 4to grado y en el 2017, recibí el reconocimiento de Capellán del Año del estado de Utah. Espero poder servir con las actividades caritativas de mis hermanos Caballeros en la parroquia.

¿Qué es lo que más espera de su nueva asignación?

Estoy muy agradecido con el Obispo Solis por haberme dado la oportunidad de ser el administrador de  la Iglesia de St. Martin de Porres. Espero poder compartir todas mis experiencias del amor de Dios con las personas de Taylorsville, y estoy seguro de que ellos  también me enseñaran nuevas dimensiones del amor de Dios. Tengo la intención de construir sobre las bases que el Padre Jan ha establecido. Esta oportunidad me llena de alegría ya que trabajaré en una parroquia bilingüe y deseo trabajar con el consejo parroquial y la variedad de ministerio que ya están establecidos en la parroquia. El haber pasado los últimos ocho años como un maestro en las escuelas Católicas, me ha hecho querer mantener esa enseñanza con las personas de la parroquia y apoyar al programa de la parroquia de educación para adultos RICA así como a los programas para jóvenes y de educación religiosa.

Como sacerdote, ¿cuál ha sido su mayor desafío? 

Ahora mismo el COVID 19. Ya quiero ponerme a trabajar. Pero con las precauciones sobre cómo hacer que las Iglesias sean sitio seguros al reanudar los Sacramentos, la vida espiritual y comunitaria de la parroquia.

El reto siempre ha sido el cómo evangelizar a las personas (especialmente a los jóvenes)en una sociedad crecientemente secular y materialista. Es mi esperanza que al trabajar juntos como una familia parroquial podamos ofrecer una experiencia positiva del amor de Dios y del valor de la vida espiritual.

Como sacerdote, ¿cuál ha sido su experiencia más satisfactoria? 

La importancia de las vocaciones al sacerdocio, al diaconado, a la vida religiosa a los laicos dedicados es de gran importancia para el futuro de la Iglesia Católica. Mi experiencia más satisfactoria como sacerdote ha sido el ser mentor de varios hombres y mujeres que han discernido esas vocaciones, han hecho el compromiso y están engrandecidos con su servicio a Dios a través del ministerio de la Iglesia. También creo que una de las cosas más significativas acerca de la vida parroquial es el ser testigo del desarrollo de las familias; el reunirse con las parejas de prometidos quienes desarrollan matrimonios sacramentales fuertes y crian a sus hijos dentro de la fe.