Nuevas asignaciones parroquiales: Padre Carlos R. Guzman, RCJ

Friday, Jul. 18, 2025
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Padre Carlos R. Guzman, RCJ
By Personal IC

El padre Carlos R. Guzman, RCJ, es miembro de la Congregación de Rogacionistas del Sagrado Corazón de Jesús. Nació en Filipinas. Estudió filosofía en el centro de Formación del Padre Hannibal y en la escuela de filosofía de Don Bosco, ambos ubicados en Paranaque City en las Filipinas. Tiene una maestría en Educación Religiosa  y se encuentra estudiando una maestría en Educación  Especial. Fue ordenado al sacerdocio el 16 de mayo del 2004 por el Reverendísimo  Gabriel Reyes, Obispo de Antipolo. El padre Carlos fue asignado como párroco asistente de una parroquia en Nueva Guinea por más de un año, para entonces ser misionero en Polonia. Después sirvió por 17 años como educador en la Villa de St. Anthony y eventual-mente como rector del Colegio Rogacionista. En el 2024 llegó a Utah como misionero rogacionista, sirviendo temporalmente como administrador de la parroquia Blessed Sacrament  en Sandy. El mes de mayo pasado fue designado como el Director Diocesano de Vocaciones. El 1ero de julio se convirtió en el  administrador de la parroquia de St. Ann en Salt Lake City.
El ser sacerdote por más de 21 años para él “ha sido  siempre una realización continua de Dios es un Dios fiel. Esta convicción me ha guiado a un descubrimiento más grande y a una gran apreciación por el don del sacerdocio, porque mi sacerdocio no solo es mio, sino para el Pueblo de Dios,”  dijo el padre Carlos como prefiere que las personas se refieran a él.
Al vivir su vida como sacerdote en una variedad de apostolados y ministerios tales como una misión corta en Papua en Nueva Guinea y en Polonia, el padre Carlos dijo que principalmente ha pasado su sacerdocio en la formación de jóvenes en el campo de la educación.
“Fui asignado en nuestra escuela [Rogacionista] por 17 años los cuales disfruté mucho y siempre me ha hecho estar muy agradecido por el aprendizaje y enriquecimiento de esos años.”
Para el padre el compartir eso en sus nuevas asignaciones es siempre una oportunidad para aprender y descubrir más sobre él mismo. El padre dijo que siempre se enriquece con los retos que eso conlleva.
“Mi nueva asignación  como  párroco de la Iglesia de St. Ann es algo que tomo como una continuación para el servicio y dedicación de mi vida y sacerdocio. Siempre he creído que aunque he sido sacerdote por varios años, siempre hay espacio para mejorar y aprender,” dijo el padre.
También agregó que “es mi oración que las personas de St. Ann me ayudarán a  juntos acercarnos más con Jesús, el verdadero pastor.”
Cuando el padre Carlos no está ejerciendo su ministerio dijo que disfruta mucho de los momentos recreativos que puede llegar a tener.
“Siempre son momentos para recargar las pilas y encontrar momentos de silencio y estar conmigo mismo. Paso la mayoría de ese tiempo descansando; a veces salgo a hacer algunas compras y ocasionalmente voy al cine,” dijo agregando que está muy agradecido por la oportunidad de haber estado en la parroquia de Blessed Sacrament.  
“Cuando llegué a la parroquia por pri-mera vez, no tenía una clara idea de que hacer y cómo hacerlo ya que llegué allí a penas a un mes de mi llegada a los Estados Unidos… Fue un gran reto pero siempre estuve optimista ya que creo que siempre  puedo contar con la generosidad y disposición de los feligreses para guiarme,” dijo el padre.
El padre Carlos también compartió que el amor de las persona de Blessed Sacrament lo animaron e inspiraron para dar todo lo que pudiese dar y “lo que fuese que faltara, las personas lo darán,” dijo pidiéndole a esa comunidad que sigan amando y apoyando a sus sacerdotes.
Ahora como el nuevo administrador en la parroquia de St. Ann el padre Carlos dijo que  su experiencia en Blessed Sacrament lo ayudó mucho.
“Se que con la colaboración y voluntad de los feligreses de St. Ann para participar y estar más involucrados los mismos buenos resultados se darán… o tal vez mejores,” dijo el padre.
Con respecto a su asignación como Director Diocesano de Vocaciones, el padre dijo que para él, esto es algo muy importante.
“Pertenezco a una congregación cuyo principal carisma es orar por las vocaciones- los Rogacionistas del Corazón de Jesús  (RCJ),” dijo, agregando que el ser el director de vocaciones es una expresión de “mi ser como Rogacionista y al mismo tiempo  estar en línea con la dirección de la Diócesis bajo la guía de nuestro querido Obispo Solis. Mis metas y expectativas son las mismas metas y expectativas de la Diócesis.”
La asignación en una oficina diocesana es “una oportunidad para trabajar mano a mano con  los miembros del equipo de vocaciones, el clero diocesano, los educadores y los laicos de la diócesis,” dijo el padre agregando que le gustaría extender un llamado a todos los jóvenes y jóvenes adultos de la diócesis, que estén interesados y quienes han recibido el llamado al sacerdocio o a la vida religiosa, a ponerse en contacto con la Oficina de Vocaciones de la diócesis o de sus respectivas parroquia. “Los ayudaremos en su discernimiento; en su descubrimiento de la belleza de ofrecer su vida al Señor; y con la esperanza y oración para que un día ustedes se conviertan en los futuros pastores y personas consagradas de la Iglesia local en Salt Lake City. El Señor los ama y los está llamando… solo digan sí,” dijo el padre.

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