SALT LAKE CITY— Hace un poco más de una semana el padre Robin Pena Cruz llegó a Utah a comenzar su ministerio en la Diócesis de Salt Lake City.
Nacido y criado en las Filipinas, el padre Cruz dijo haber sentido el llamdo al sacerdocio a muy temprana edad ya que desde pequeño las vestimentas de los sacerdotes lo dejaron impactado y cada vez que los veía se sentía más atraido hacia su ministerio.
“Algo acerca de sus vestimentas me resultaba muy especial,” dijo el padre. “Siempre pensaba; yo quiero ser uno de ellos’.... Todos esperaban que me ordenara como sacerdote, y fue a través de la oración que sucedió.”
Su entendimiento de lo que era un sacerdote era el de alguien “que oraba mucho, y a mí siempre me gusto eso,” dijo el padre. “En el seminario encontré un gran balance entre el tiempo de oración, el tiempo comunitario, el tiempo para convivir con los padres y el tiempo para el estudio.”
Uno de los momentos que recuerda con más cariño fue uno que sucedió hace 18 años cuando su ordenación como sacerdote ocurrió el 1 ero de diciembre del 2003 en Lucena Quezon, en las Filipinas por el Reverendísimo Emilio Z. Marquez
“Ese momento [el de mi ordenación] fue muy especial para mí; después de la Misa de ordenación todavía estaba sin creer que, y ya era un sacerdote,” dijo el padre. “Cuando comencé mi ministerio fue que finalmente me di cuenta y dije, ‘soy un sacerdote’.”
Después de casi 20 años de servicio en las Filipinas, el padre Cruz decidió buscar nuevos horizontes. El padre se pudo en contacto con varios sacerdotes diocesanos para ver como podria llegar a Utah. El padre Ken Vialpando, vicario diocesano de clero dijo que el padre Cruz realizó su solicitud en el mes de febrero del 2020 pero no fue hasta el 4 de marzo del 2022 que llegó a Utah
Debido a la pandemia y al papeleo legal, “el padre Cruz estuvo dispuesto a cruzar todos los ríos y a escalar todas las montañas para llegar a Utah para asi poder ser miembro de nuestro presbiteriado y así servir al Pueblo de Dios en nuestra diócesis,” dijo el padre Vialpando, agregando que la determinación del padre Cruz ejemplificada durante los dos años del proceso “habla muy bien de la fortaleza de su sacerdocio y de la convicción en su alma para ser un siervo fiel del Señor y realizar ministerio con su pueblo. En estos días en los que ha estado en nuestra diócesis el padre ya les ha demostrado a los feligreses y a quienes lo han conocido que el esta aquí ‘para servir y no par a ser servido.”
El padre Cruz cuenta con experiencia ministerial como capellán de escuelas, vicario parroquial y párroco.
“Debido a su apariencia juvenil, gran salud energia y determinacion, el tiene lo necesario para realizar ministerio con los nonos, jovenes, adultso jovenes, adultos mayores y ancianos,” dijo el padre Vialpando.
El padre Cruz viene de una familia de seis hermanos, uno de ellos vive en California así que los Estados Unidos le son familiares.
Durante sus primeras semanas en la diócesis el pader Cruz estará sirviendo como sacerdote en residencia en la Catedral de la Magdalena y a partir del mes de abril será asignado temporalmente como el vicario parroquial de la parroquia de St. Thomas Aquinas en Logan.
“Las personas son muy calurosas; me han dado una muy buena bienvenida acercándose a mi para platicar después de la Misa,” dijo el padre acerca de su tiempo en la Catedral. “Yo trato de presentarme lo mejor posible en cada Misa y platicar con ellos.”
El padre Cruz habla Tagalo, inglés y un poco de español.
“En mi inglés todavía hay mucho por mejorar y aprender, y en mi español estoy tratando de aprender más solo hablo un poquito y despacito.” dijo el padre.
El padre Cruz esta muy contento de estar en Utah y ve con esperanza su tiempo en St. Thomas Aquinas.
“Quiero caminar el camino de la espiritualidad al lado de todos los feligreses. Espero que juntos podamos acercarnos más a Cristo. Amen,” dijo el padre.
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