SALT LAKE CITY – "Es un hecho muy desafortunado que las gentes en ambos lados del Referendo 1 ("The Parent Choice in Education Act") estén llegando a tales extremos, dijo el Obispo Wester de la Diócesis de Salt Lake City en una entrevista con el Intermountain Catholic el 18 de octubre pasado. "Después de revisar racionalmente todos los puntos, en mi opinión, el referendo es una ganancia para ambos lados." Tanto las escuelas públicas como las privadas se beneficiarían con los Bonos, puestos ante los votantes como Referendo 1 o Proyecto de Ley 148, él dijo. "Pero lo más importante es que tanto los padres como los niños se beneficiarían. Ello son, después de todo, los que forman nuestras escuelas." "Yo asistí a escuelas públicas durante los primeros cuatro años de mi educación. Esos años fueron muy importantes en mi formación, así como también lo fueron los años de educación Católica que recibí. Nunca apoyaría una acción que perjudique a las escuelas públicas." No es solo su apoyo por las escuelas Católicas de la Diócesis de Salt Lake City, las cuales podrían beneficiarse con los Bonos, lo que motiva las preocupaciones del Obispo Wester. Alrededor de solo un 10 por ciento de niños y jóvenes Católicos viven cerca de escuelas Católicas y pueden asistir a ellas. Eso deja al 90 por ciento de estudiantes Católicos asistiendo a escuelas públicas. El Obispo Wester dijo que los estudiantes de Utah merecen la mejor educación que el estado pueda ofrecerles. El Referendo 1 daría a los padres la opción de envíar a sus hijos a escuelas públicas o de recibir becas para enviarlos a escuelas privadas, ya sean seculares o religiosas. También asegura que las familias que acepten estos fondos en forma de Bonos, los cuales provendrían del fondo general del estado, tendrían la certeza de que sus hijos serían educados en una atmósfera de diversidad. "Diversidad en el sistema escolar nos asegura un sistema saludable," dijo el obispo. En una columna de opinión publicada el 20 de octubre en el periódico The Salt Lake Tribune, el Dr. Gabriel Colosimo, director de la escuela preparatoria Juan Diego Catholic High School, reveló que en el contexto de opción de programas, en general las escuelas privadas, especialmente aquellas que participan en programas de Bonos, están menos segregadas que las escuelas públicas porque las demografías de las escuelas públicas se basan en grupos similares de estudiantes viviendo cerca de las escuelas. "La nueva ley de Bonos de Utah podría disminuír la segregación, y ciertamente no la aumentaría," escribió Colosimo. El uso de dinero estatal o federal en escuelas religiosas no es una idea nueva, dijo el obispo. Por ejemplo, por años estudiantes que asisten a colegios y universidades Católicas han sido los beneficiarios de las becas o subsidios Pell. "El asunto de los Bonos para escuelas no es un enredo de asuntos de la iglesia y del estado. La provisión prohibe que el estado establezca una religión o persiga o favorezca a una religión en particular. Los Bonos para las escuelas no son acerca de esto. El estado puede crear una atmósfera en la cual sus ciudadanos puedan vivir con libertad y disfrutar de muchas opciones para satisfacer las necesidades de sus hijos," él dijo. La columna de Colosimo discutió el tema de los Bonos usando dinero de las escuelas públicas para educar "al anticipado aumento de estudiantes" en los próximos años. "Investigación hecha a nivel nacional sobre opción de programas ha demostrado que todos ellos son por lo menos ‘fiscalmente neutros,’" escribió Colosimo, "y la mayoría (10 de los 12 estudiados) demostraron un ahorro. Estos programas eximen a las escuelas públicas de la obligación de educar a un estudiante al mismo tiempo que la mayoría del dinero asignado para ese estudiante permanece en la escuela pública. No se ha observado una tendencia en la disminución del crecimiento de fondos para las escuelas públicas en lugares donde estos programas se han implementado. La ley de Bonos de Utah cuidadosamente redactada significa que habrá más dinero y menos estudiantes para las escuelas públicas y al mismo tiempo dá a más familias la oportunidad de una educación privada. "Mientras que la cantidad de dinero que las escuelas privadas y públicas recibirán difiere, no parece que la educación pública se verá corta de fondos debido a los Bonos. Habrá dinero tanto para las escuelas públicas como para las privadas en forma equitativa y hay resguardos en el proyecto de ley que aseguran los fondos para las escuelas públicas. Los Bonos no cubrirán el costo total de la colegiatura de las escuelas privadas, pero sin duda ayudarán. "Estos mismos padres de las escuelas privadas cuyos impuestos se usan para la educación pública, con o sin Bonos, aún seguirán pagando impuestos para el fondo general." El Obispo Wester dijo que él concuerda con el Gobernador de Utah Jon Huntsman Jr., quien, en una conferencia de prensa el 17 de octubre, dijo que el estado verá un aumento tremendo en el número de estudiantes en los próximos 10 años y tenemos que ser creativos en como proveemos educación para estos estudiantes. "Las escuelas públicas y privadas conjuntamente deben de encontrar la manera de resolver los retos del futuro," dijo el obispo. Debe haber diversidad, responsabilidad y maestros calificados para satisfacer las necesidades de todos los estudiantes de Utah." Hablando por las escuelas Católicas en particular, el Obispo Wester dijo que la asociación Northwest Association of Accredited Schools (NASS) acredita a todas nuestras escuelas Católicas, las cuales solo contratan educadores con licencia o maestros inscritos en programas de licenciatura. "Cada votante de Utah debe de informarse e interesarse en este proceso," dijo el obispo. "Cada votante debe de tomar una decisión informada sobre el Referendo 1 antes del 6 de noviembre. "Espero que podamos establecer una atmósfera educacional sana y próspera en Utah; una en la cual los niños puedan beneficiarse con excelentes escuelas públicas y privadas, y que todas estén bien financiadas y se destaquen en la formación de los estudiantes."
Stay Connected With Us