Octubre es el Mes de la concientización sobre la violencia doméstica

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Traducción: Laura Vallejo

SALT LAKE CITY — “No podemos mirar para otro lado. Recemos por las mujeres que son víctimas de la violencia, para que sean protegidas por la sociedad y para que su sufrimiento sea considerado y sea escuchado por todos.”

El Papa Francisco lanzó esta petición en el mes de febrero cuando pidió rezar en febrero por las mujeres que son víctimas de la violencia.

Aunque los hombres también pueden ser víctimas de la violencia doméstica, en los Estados Unidos casi el doble de mujeres “experimentan violencia física de sus parejas, o violencia sexual, así como acoso de sus parejas…” esto de acuerdo con la coalición Nacional Contra de Violencia Doméstica ncadv.org. Fe hecho “1 de 7 mujeres y 1 en cada 25 hombres han sido violentados por sus parejas,” se lee en el sitio en línea.

En Utah 33.6 por ciento de  mujeres y 21.4 por ciento de hombres, “han experimentado violencia física de sus parejas, o violencia sexual, así como acoso de sus parejas durante sus vidas,” de acuerdo con ncadv.org

En el mundo las estadísticas del mes de noviembre del 2020 fueron aun mas obscuras: “… cada día 137 mujeres son asesinadas por miembros de sus propias familias; las mujeres adultas son cerca de la mitad de las víctimas del trágico humano a nivel mundial; y globalmente una en cada tres mujeres han experimentado violencia física o sexual. 15 millones de adolescentes en el mundo de 15 a 19 años de edad han experimentado relaciones sexuales forzadas.

Lo aún más triste es que hubo un factor agravante, la pandemia: la restricción de la movilidad, el aislamiento social y la inseguridad económica hicieron que globalmente las mujeres fueran aun mas vulnerables a la violencia en ambientes privados, esto de acuerdo con el sitio de noticias vatican News.

En la petición del mes de febrero del Papa Francisco no solo llama a orar por “mujeres que sufren violencia. Violencia psicológica, violencia verbal, violencia física, violencia sexual. Es impresionante el número de mujeres golpeadas, ofendidas, violadas. Las distintas formas de malos tratos que sufren muchas mujeres son una cobardía y una degradación para toda la humanidad. Para los hombres y para toda la humanidad.”

“No podemos mirar para otro lado,” enfatizó el Papa.

La intención de oración del mes de febrero no es la primera vez que el Papa Francisco habla sobre la violencia doméstica.

El Papa ha hablado sobre el tema en varias ocasiones, incluyendo en su exhortación apostólica Amoris Laetitia, en donde escribió que “Destaco la vergonzosa violencia que a veces se ejerce sobre las mujeres, el maltrato familiar y distintas formas de esclavitud que no constituyen una muestra de fuerza masculina sino una cobarde degradación.” (AL54)

No solo el Papa Francisco ha escrito sobre la violencia doméstica, San Juan Pablo II en su Carta a las Mujeres’ en 1995 escribió que “uno de los aspectos más delicados de la situación femenina en el mundo, cómo no recordar la larga y humillante historia —a menudo « subterránea »— de abusos cometidos contra las mujeres en el campo de la sexualidad? A las puertas del tercer milenio no podemos permanecer impasibles y resignados ante este fenómeno. Es hora de condenar con determinación, empleando los medios legislativos apropiados de defensa, las formas de violencia sexual que con frecuencia tienen por objeto a las mujeres. En nombre del respeto de la persona no podemos además no denunciar la difundida cultura hedonística y comercial que promueve la explotación sistemática de la sexualidad, induciendo a chicas incluso de muy joven edad a caer en los ambientes de la corrupción y hacer un uso mercenario de su cuerpo.

La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos también habla sobre la violencia doméstica en su publicación de 1992 “Cuando Pido Ayuda: Una Respuesta Pastoral A La Violencia Domestica Contra la Mujer.” Este documento fue actualizado en el 2002.

“Con la salida a la luz de la tragedia del abuso sexual de menores, nosotros, como pastores, consideramos que es importante hablar de este asunto delicado y difícil para ofrecer una palabra de esperanza y ayuda a las familias que han sido afectadas por esta tragedia,” dicen los Obispos en el documento. “ La violencia en cualquier forma —física, sexual, psicológica o verbal— es pecado; a menudo, también es un crimen. Hemos llamado a una revolución moral que reemplace una cultura de violencia. Reconocemos que la violencia tiene muchas formas, muchas causas y muchas víctimas, tanto hombres como mujeres.”

Los Obispos dicen que “La Iglesia Católica enseña que al ejercerse violencia contra otra persona en cualquier forma se deja de tratar a esa persona como a alguien digno de amor. En vez de ello, se trata a la persona como un objeto a ser usado. Cuando la violencia se produce dentro de un matrimonio sacramental, el cónyuge víctima del abuso puede preguntar, “¿Cómo se relacionan estos actos violentos con mi promesa de permanecer con mi cónyuge en las buenas y en las malas?” La persona que sufre la agresión debe saber que actuar para poner fin alabuso no viola las promesas matrimoniales. Aunque la violencia puede estar dirigida contra los hombres, tiende a hacer más daño a las mujeres y niños.”

El sitio en línea de la Conferencia de Obispos católicos de los Estados Unidos también ofrece enlaces para más información, publicaciones, novenas, anuncios para boletines parroquiales y oraciones para los fieles.