Ordenaciones al diaconado
Friday, Jun. 10, 2022
By Linda Petersen
Intermountain Catholic
Traducción: Laura Vallejo
SALT LAKE CITY — El 24 de junio los seminaristas Oscar Marquina y André Sicard serán ordenados al diaconado; se espera que ambos sean ordenados al sacerdocio el próximo año.
Como jóven adultos Marquina estudió para ser ingeniero ambiental y trabajó en esa rama durante algún tiempo, aunque sintía una gran atracción hacia el sacerdocio. La semilla para ese llamado fue sembrada cuando sirvió como presidente del Centro Newman en la Universidad Utah State.
Fue un efecto de ‘bola de nieve’ en donde “yo quería saber más y más sobre mi fe, y me cayó el veinte de que estaba siendo llamado al sacerdocio,” dijo Marquina quien en el 2016 ingresó al seminario Mt. Angel, en donde ha terminado con los dos años de pre-teología (filosofía). Entonces asistió al Colegio Pontificio de Norte America em Roma, en donde actualmente esta terminando su título en teología. Subsecuentemente comenzará con una licenciatura en ley canónica, programa de tres años de duración.
El año pasado cumplió con su año pastoral sirviendo en la parroquia de St. John the Bapstist en Draper ayudando con el grupo de jóvenes, apoyando en la Misa y trabajando en la recepción. En el verano del 2020 sirvió en la Catedral de la Magdalena y trabajó junto al padre Langes Silva, vicario judicial diocesano en el tribunal diocesano. Este año dpues de su ordenacio al diaconado, estará sirviendo en la parroquia de Christ the King en Cedar City.
“Espero con ansias poder servir en la diócesis como ministro ordenado,” dijo Marquina. “Tengo la paz después de estos años de preparación y estudios. También me siento tranquilo ya que este es un camino largo, y he esperado este momento por los últimos seis años.”
Marquina dijo que, aunque ha encontrado su verdadero llamado en el sacerdocio, encontró gran alegría la servir como laico en la Iglesia, un camino que está abierto a todos los Católicos.
La presencia de Dios es importante en la vida de todas las personas,” dijo Marquina. “ya que conocer a Dios, ver a Cristo, nos ayuda a estar más agradecidos por los dones que hemos recibido en esta vida. También nos ofrece la guía y fortaleza en las dificultades a las que nos enfrentamos. Aún más importante, es donde encontramos la luz y la verdad.”
Marquina espera que en este punto de su educación en la ley canónica esta le permitirá servir en el tribunal en el cual se tratan casos de procesos de matrimonios en busca de una declaración para la anulación de su unión, y también ofrece consejería canónica para la diócesis.
“Es un área de servicio única y muy especifica, pero es una muy necesaria,” dijo Marquina. “Me atrae mucho el poder ayudar a la diócesis y a los fieles Católicos y a las parejas y a mis hermanos sacerdotes el poder servir en esa oficina.”
Conforme llega el momento de su ordenación, Marquina sabe que este camino no lo ha recorrido solo.
“Estoy muy agradecido por todas las oraciones y el apoyo que he recibido a través de la diócesis,” dijo Marquina.
Para Sicard el llamado al sacerdocio ha sido un discernimiento de vida que comenzó cuando a muy temprana edad su mamá lo llevo a la Adoración al Santísimo
Nacido en Bogotá, Colombia, la familia de Sicard se mudó a Sandy en Utah cuando la tenía 2 años de edad.
Conforme asistía regularmente a la Adoración en la parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús, un amor por la Iglesia y por el Salvador hicieron que el deseo de servicio crecieran en él.
“A muy temprana edad sentí el deseo de ser sacerdote; inclusive jugaba a asistir a la Misa en mi casa,” dijo Sicard quien a los 5 años de edad empezó a servir como monaguillo. “Conforme crecí, mi discernimiento fue más serio.”
Durante su último año de preparatoria, al reflexionar sobre su futuro, el padre Martin Diaz párroco de la Iglesia en ese tiempo, le urgió explorar el camino al sacerdocio. Sicard habló con el director diocesano de vocaciones, quien en ese entonces era el diácono Ricardo Arias (fallecido), y sus dudas comenzaron a disiparse cuando un día estaba leyendo una reflexión.
“[La reflexión] hablaba de como a veces no sabemos cuándo el Espíritu nos llama y puede que esto no sea lo más fácil o cómodo, pero si solo nos ponemos en las manos de Dios y del Espíritu eso nos llevará a donde Dios quiere que vayamos,” dijo Sicard. “Realmente sentí que Dios me hablaba en ese momento y que me decía que debía ir al seminario. Sentí como si Dios me estuviese diciendo da el paso.”
En agosto del 2015 Sicard ingresó al seminario Mt. Angel.
En el 2019 se graduó con un título en filosofía, estudios religiosos y literatura. Recientemente recibió un doctorado en teología Sacra de la Universidad Católica de América y allí comenzó tres años de un programa de ley canónica a solicitud del Obispo Oscar A. Solis.
Durante el verano en sus años como seminarista Sicard ha servido en Santa Teresita así como en St. George. Este año servirá en la parroquia de St. Joseph en Ogden.
Espera con alegría su ordenación como diácono.
“Creo que después de 7 años de formación en el seminario estoy muy contento al dar el siguiente paso en la fase de formación hacia el sacerdocio,” dijo Sicard. “Me siento muy honrado al pensar en todas las personas que me han apoyado a lo largo de mi camino; feligreses, muchos sacerdotes, el padre Martin Diaz, el padre José [Barrera] en Santa Teresita, mi familia, mis amigos y los demás seminaristas junto a los maestros en el seminario.”
“Realmente estoy muy contento y honrado al pensar en la inmensa responsabilidad que comenzaré como diácono y ultimadamente al ser sacerdote, y de lo que se le pide a uno, el estar presente y dar tu vida para el Pueblo de Dios haciendo ministerio,” agregó Sicard.
Stay Connected With Us