Ordenan a un sacerdote y a dos diáconos para la Diócesis de Salt Lake City

Friday, Jul. 05, 2024
Ordenan a un sacerdote y a dos diáconos para la Diócesis de Salt Lake City + Enlarge
El Obispo Oscar A. Solis con el padre Anthony Shumway, el diácono Juan Enrique Biaggini Galarraga y el diácono Odilon Jesse Ricardez.
By Marie Mischel
Intermountain Catholic

Traducción: Laura Vallejo

El Obispo Oscar A. Solis confirió el Sacramento de las Santas Ordenes a tres hombres durante el Rito de Ordenación al Sacerdocio y al diaconado celebrado el 28 de junio en la Catedral de la Magdalena.

La Misa fue concelebrada por monseñor Colin F. Bircumshaw, vicario general; Monseñor J. Terrence Fitzgerald, vicario general emérito; por el padre John Evans, quien a partir del 1ero de agosto será el nuevo vicario general; por el padre Teresio Caldwell, OSB, re-presentante del Seminario Mount Angel; así como por varios de los sacerdotes diocesanos. Entre los presentes en la Catedral también estuvieron varios diáconos , laicos y la comunidad quien llenó las bancas del recinto.

Los seminaristas diocesanos también asistieron a la Misa en la cual el Obispo Solis ordenó al padre Anthony Shumway, al diácono Juan Enrique Biaggini Galarraga y al diácono Odilon Jesse Ricardez.

“Como Iglesia local le damos la bienvenida a estos candidatos a sus respectivas ordenes y damos gracias por su respuesta a Cristo como la base y fuente de su vocación,” dijo el Obispo Solis quien habló en inglés y en español.

Después de la Liturgia de la Palabra, los candidatos fueron llamados al frente, primero los diáconos y luego el sacerdote para el Rito de Elección, en el cual se proclamaron valiosos para sus respectivas oficinas.

‘Un momento de alegría y gratitud’

El Obispo Solis ofreció su homilía, diciendo que la ce-lebración, “es un momento de alegría y gratitud por las bondades incondicionales de Dios y por el poderoso símbolo de su presencia en este místico cuerpo, la Iglesia.” “Los tres hombre que fueron ordenados escucharon sobre su promesa bautismal en donde esta es “el comienzo de un increíble viaje de fe - donde ellos entraron en una relación íntima con Dios. Respondieron generosamente a la oferta misericordiosa de Dios de estar con ellos en cada circunstancia de sus vidas. Juan, Jesse y el diácono Anthony escucharon ese susurro en sus corazones y ahora están de pie ante Dios Todo poderoso, sus familias y todos nosotros aquí  -  diciendo: “Aquí estoy, Señor... Vengo a hacer tu voluntad... Envíame a mí”,  les dijo el Obispo Solis.

 “Como diáconos, Juan y Jesse están dedicando sus vidas en el servicio de la Iglesia: Ministerio de la palabra - para predicar el Evangelio y enseñar la fe de la Iglesia; Ministerio del Altar – como colaborador principal del sacerdote en la celebración de la Sagrada Eucaristía; y Ministerio de Caridad - para manifestar el amor, compasión y la misericordia de Cristo a los demás, especialmente a los pobres y más vulnerables., continuo el Obispo.

Urgiendo a los hombres a cumplir  “ su misión sagrada con celo y fidelidad, enraizados en la oración y en la comunión con Cristo, de donde puedan sacar inspiración y fuerza.” el Obispo le dirigió unas palabras al sacerdote ordenado.

Como sacerdote, “cuando celebres Misa y otros Sa-cramentos, serás un corresponsable de las bendiciones de Dios y un ícono de; amor de Cristo por el mundo,” le dijo el Obispo al padre  Shumway, subrayándole que “estas siendo enviado como pastor para guiar, nutrir y proteger a tu rebaño.”

Como sacerdote que ofrecerá sanación, confort y esperanza para renovar la fe y para restaurar la confianza en Dios, “es así importante que tengas la especial devoción a la Eucaristía para que el Pueblo de Dios pueda experimentar la presencia viva de Cristo en ti, en tus palabras y en tus acciones,” le dijo el Obispo animándolo a hacer oración “el oxigeno del alma y la fuente de tu ministerio.”

La Iglesia necesita Ministros

Hablándole a los tres hombres el Obispo les dijo que “Mis queridos hermanos y compañeros en el ministerio, durante estos tiempos difíciles, nuestra Iglesia necesita ministros capaces de predicar las Buenas Nuevas en su plenitud. En el mundo de las noticias falsas y la desinformación, nunca sacrifiques la verdad por la conveniencia. Proclamen el Evangelio con fidelidad, entusiasmo y alegría, no solo con los labios, sino con el corazón para transformar a los creyentes y profundizar en su fe y amor a Dios y a los demás.”

La vocación del ministerio ordenado “demanda una reedición radical y total de nuestra vida a Dios,” dijo el Obispo. “Sean siervos fieles. listos para ayudar a todos, y siempre listos para dar su vida por Dios y por los demás.”

Mientras se encontraran con muchos momentos de fatiga y desanimo, “en las sombras del alma, encuentren la soledad, fortaleza y perseverancia en Cristo... Acudan al Señor quien los ha llamado y busquen su gracia para sostenerse en su ministerio.”

El Obispo agradeció a los tres hombres “por su compromiso de amor y servicio a Dios y a su Iglesia. A nombre de los fieles de la diócesis, del Pueblo de  Dios en Utah y de la Iglesia universal, también agradezco a sus familias, y a las esposas de los diáconos por su apoyo. A sus maestros en el seminario y a todos los que en su camino los apoyaron en su preparación.”

Ordenaciones

Después de la Homilía los candidatos- primero los diáconos, luego el sacerdote, fueron llamados para las promesas de sus respectivas ordenaciones, durante las cuales declararon a Dios y a su Pueblo su resolución para tomar oficina. El Obispo Solis rezó para que el trabajo de Dios que ha comenzado en cada uno de ellos llegue a ser duradero.

Los tres hombres se postraron ante el altar mientras que la comunidad recitaba la Letanía de los Santos. Después el Obispo ordenó a los diáconos al Colocarles las Manos, y recitar la Ordenacion al Diaconado. A cada diácono se le presentó su estola y alba y el Obispo les dio el Evangelio.

Para la ordenación del diácono Shumway al sacerdocio se les Colocaron las Manos, no solo del Obispo sino de todos los sacerdotes presentes. Después el Obispo le ofreció la Oración del Ordenación a Sacerdocio y se le colocaron el alba y estola al padre Shumway. Después de esto el Obispo ungió sus manos con el óleo crismal y le paso el pan y vino.

Durante la Eucaristía el padre Shumway estuvo concelebrando y el diácono Ricardez y el diácono Biaggini asistieron con el altar.

  ‘Gracias’  

Después de la comunión el padre Shumway bendijo al Obispo Solis, después a sus papás quienes estaban sentados al frente de las bancas. Después el Obispo Solis agradeció a los presentes “por estar presentes en este maravilloso momento sacramental en la Iglesia local de la Diócesis de Salt Lake City así como de la Iglesia universal,” diciéndoles a los ordenados que no sólo son de la diócesis local sino de todo el mundo.”

El Obispo también agradeció a los padres y a las familias, así como a las esposas de los diáconos, por compartir s los hombres para el servicio de la Iglesia. Además el Obispo agradeció a las personas de la diócesis por sus oraciones y su generosidad, diciendo que los recién ordenados ‘son el fruto de sus contribuciones a la Campaña del Desarrollo Diocesano, “la cual es una colecta anual para los ministerios, programas y servicios de la Iglesia local.

Después de la Mia el padre Shumway ofreció bendiciones y una recepción fue celebrada en la plaza de la ca-tedral de la Magdalena.

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