Peregrinación/retiro a El Salvador

Intermountain Catholic

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El altar en el cual el Arzobispo Oscar Romero fue asesinado en 1980 es una capilla visitada frecuentemente. foto por el Padre James Flynn

SAN SALVADOR, El Salvador — Como Guatemala, El Salvador es también una tierra bañada con la sangre de muchísimos mártires. Un Arzobispo, Oscar Romero, fue martirizado por la milicia Salvadoreña mientras celebraba la Misa el 24 de marzo de 1980. Nosotros "peregrinos" tuvimos el privilegio de visitar la capilla donde Romero fue asesinado durante la celebración de la Misa. Vimos las vestiduras que Romero llevaba puestas cuando celebraba la Misa, éstas están manchadas con su sangre.

También visitamos la Universidad Centroamericana donde seis sacerdotes-maestros Españoles Jesuitas fueron martirizados el 16 de nov. de 1989. Estos sacerdotes fueron sacados a rastras de sus cuartos a media noche, y fueron asesinados en el jardín de afuera. Fueron asesinados por 24 miembros de una cuadrilla militar Salvadoreña, 18 de estos miembros acababan de regresar de un "entrenamiento" en Ft. Benning, Ga., en los Estados Unidos. Vimos una Biblia que se exhibe. Esta Biblia, la cual fue acribillada a balazos en una línea recta por uno de los soldados Salvadoreños, pertenecía a uno de los sacerdotes asesinados.

También en El Salvador, el 2 de dec. de 1980, cuatro mujeres Maryknoll fueron torturadas y martirizadas brutalmente por cuatro miembros de la armada Salvadoreña. Nosotros peregrinos tuvimos el privilegio de visitar el lugar aislado a fueras de la ciudad donde fueron martirizadas. Ese lugar también es verdaderamente terreno sagrado.

Muchos otros sacerdotes Salvadoreños también han sido martirizados, junto con catequistas y líderes laicos, también martirizados por su labor con los pobres, a menudo solamente ayudando a la gente a aprender a leer y escribir. Salvador cuenta con más de 75,000 personas asesinadas brutalmente entre los finales de los 70s hasta mediados de los 90s. Más de dos millones de Salvadoreños huyeron a México y a los Estados Unidos. Durante esos años el gobierno de los E.U. envió al Salvador $4 billones principalmente en ayuda militar, supuestamente para combatir "el comunismo."

Nuestra visita a Guatemala y al Salvador fue llamada una "Peregrinación/Retiro," y para mí eso y mucho más es lo que realmente fue. Es muy inspirador visitar los lugares de los mártires, escuchar de nuevo las historias de sus vidas y muertes, y tener la oportunidad de caminar el terreno sagrado donde dieron sus vidas. Nosotros Católicos a menudo tendemos a pensar en mártires de hace mucho tiempo, y nos olvidamos de que la sangre de los mártires de nuestros días continúa siendo la semilla de la Cristiandad – aún en países a menudo designados como "our backyard."

Mi esperanza para mi propio ministerio como sacerdote es que yo pueda ser una voz para los miles de mártires Centroamericanos cuyas voces han sido brutalmente silenciadas.