Padre Christopher Gray
Especial para el Intermountain Catholic
ROMA — Cada cinco años los obispos de todo el mundo viajan a Roma para realizar un reporte acerca de sus diócesis ante el Santo Padre y la Curia.
Los obispos también asisten a varias reuniones en las diferentes oficinas del Vaticano, las directrices y administraciones que se supervisan a la Iglesia Católica en el mundo, y responden a las preguntas acerca de sus administraciones y son animados en su ministerio.
Aún más importante, esta es una oportunidad para que los obispos del mundo realicen un peregrinaje a Roma, “hasta el umbral” (“ad limina”) de los apóstoles, específicamente a las tumbas de San Pedro y San Pablo.
Junto a otros obispos de la Región XIII de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. El Obispo Oscar A. Solis de Salt Lake, viajó a Roma a realizar su visita quinquenal este mes de febrero.
La Región XIII está formada por la diócesis de Arizona, Colorado, Nuevo México, Utah y Wyoming. Acompañando al Obispo Solis, un grupo de cerca de 70 peregrinos de Utah, o con conexiones a Utah, viajaron a Roma ofreciéndole al Obispo Solis su apoyo y juntos visitando monumentos y sitios sagrados en Roma, Asís y Florencia.
“Esta fue una experiencia que resulta difícil expresar con palabras. El estar en la presencia de nuestro Papa dos veces, celebrar Misa en lugares magníficos y el conocer a personas de varios estados; fue algo increíble,” dijo Mónica Villar una de las peregrinas.
El grupo de peregrinos llegó a Roma el 18 de febrero, para unirse al Obispo Solis un día después de su audiencia con el Papa Francisco.
Al siguiente día, el grupo fue acomodado en el salón de Audiencias de Pablo VI el cual está junto a la Basílica de San Pedro para allí presenciar la audiencia del miércoles del Santo Padre. Para muchos miembros del grupo, esa fue la primera vez que habían visto al Papa tan cerca. Durante su audiencia, el Papa Francisco saludo a los muchos peregrinos que llegaron a la misma para recibir su bendición, extendiéndola a sus familiares en casa.
“Para ustedes y para todas sus familias, invoco la alegría y paz de nuestro Señor Jesucristo,’ dijo el Papa Francisco.
El catecismo en la audiencia fue el tercer Beatitud “bendito es el rebaño’ (Mateo 5,5) El Papa Francisco dijo, “¿quién no se ha enojado en alguna ocasión? Todos lo hemos hecho. Un momento de enojo puede destruir tantas cosas... la mansedumbre reúne, el enojo dispersa... No hay un lugar más bello que el corazón de los demás, en donde la paz puede ser encontrada de nuevo con un hermano. ¡Esta es la tierra que hemos heredado a través de la mansedumbre!”
Helen Corkran McNulty nos recuerda, “escuchen el mensaje simple que las beatitudes dan al corazón.”
El grupo de peregrinos también asistió a el Ángelus dominical del Santo Padre realizado el 16 de febrero en donde lo escucharon hablar acerca de como Jesús no solo conduce a Sus seguidores al entendimiento de la ley, sino que les da la gracia a todos los que buscan cumplir la voluntad de Dios, extracto de Mateo 5, 17-37.
A lo largo del peregrinaje, el grupo que acompañó al Obispo Solis tuvo la oportunidad de visitar y orar en muchas Iglesias significativas del centro de Italia.
En Roma el grupo visitó las cuatro basílicas mayores, celebrando Misa en Basílica de San Pedro fuera de las murallas, Maria la Mayor y en el Vaticano en la Basílica de San Pedro.
Uno de los peregrinos Tom Beasley dijo que “fue grandioso el poder recordar la belleza espiritual de nuestra fe al ver la belleza física de nuestras basílicas y el arte que en ellas se albergan. También fue maravilloso el poder pasar un tiempo con nuestro clero y disfrutarlos como personas.”
En la montaña de Asís, los peregrinos celebraron Misa en la Basílica de San Francisco, la cual está ubicada cerca de la tumba del gran santo de la paz.
Entre los peregrinos estuvieron el padre Gustavo Vidal, párroco de la Iglesia de San Francisco de Asís en Orem, así como varios de sus feligreses, Mientras en Asís los peregrinos también visitaron la tumba de Santa Clara y a Porziuncula, la pequeña Iglesia que San Francisco reconstruyó en el valle bajo el pueblo.
John McNulty dijo sentirse muy emocionado al visitar Asís, especialmente por la Misa en la Basílica de San Francisco. “La decoración sencilla de la basílica me recordó claramente mi propio desorden de vida con esas cosas no pertinentes a la meta. Fue en ese momento que el viaje se convirtió en peregrinaje, y por eso estoy muy agradecido.”
Siguiendo en Florencia, el Obispo Solis acompañó a los peregrinos al Dumo y a la Galería Dell’ Academia, en donde disfrutaron e varias piezas de arte, incluyendo el David de Miguel Ángelo.
A lo largo del peregrinaje, existieron varias oportunidades para visitar museos importantes tales como el museo del Vaticano, así como varias Iglesias, lugares de belleza y santidad. James Seaman dijo que “la edad, el tamaño, la elegante gracia, y la belleza de las muchas basílicas antiguas son un testamento de fe y perseverancia de las innumerables almas que vivieron la fe a raves de los siglos. Como un rio que sigue a través del tiempo estos lugares de alabanza nos conectan con quienes compartieron nuestra fe en el pasado presente y futuro. Llegan nuestros centros espirituales y para mí son inolvidables.”
El miembro más joven del grupo de peregrinos, Jairo Villegas, de 21 años de edad con cariñó recordó el sabor del peregrinaje.
“El viaje fue una experiencia inolvidable y totalmente llena con mucha historia y espiritualidad- y por supuesto buena comida. El ser el más joven del grupo fue definitivamente una gran experiencia al estar en la Basílica de San Pedro y recibir la bendición papal. Pero uno de los puntos más grandes fue el haber compartido con varios miembros de la diócesis.”
El padre Christopher Gray, párroco de la Iglesia Católica de St. Mary of the Assumption, fue uno de los directores espirituales del peregrinaje.
Traducido por: Laura Vallejo
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