SALT LAKE CITY — “Los Sacramentos tienen una realidad visible y una invisible, una realidad abierta a todos los sentidos humanos pero sujeta en las profundidades que Dios nos ha dado con los ojos de la fe,” se lee en la página de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, y para los feligreses de la parroquia de St. Ann, Juan y Sarahi Medina, esto no podría ser más exacto.
Sarahi cuenta con todos los Sacramentos de la Iglesia Católica, hace algunos años fue bautizada, realizó su Primera Comunión y su Confirmación, pero Juan nunca los había recibido.
Hace 21 años la pareja decidió formar una familia. Conforme paso el tiempo tuvieron sus hijos. Ambos asistían a Misa frecuentemente con sus hijos, pero a Juan siempre lo invadía un sentimiento como si algo le faltaba.
“Íbamos a Misa y yo ni pensaba si tenía los Sacramentos, ni que no estábamos casados… Éramos felices, pero algo en mí se sentía raro,” dijo Juan.
Entonces un buen día antes de que la Pandemia del COVID 19 estallara en Utah, los Medina escucharon una invitación a las clases de RICA (Rito de Iniciación Cristiana) en la parroquia. Sin siquiera detenerse a pensarlo se acercaron, y ese mismo día decidieron inscribirse.
“Cuando escuché las primeras palabras en la clase, sentí que una paz invadía mi corazón,” dijo Juan. “Estaba en el lugar correcto.”
Desde ese momento, su vida dio un giro para mejorar.
“Nos dimos cuenta que queríamos estar más cerca de Dios, que queríamos formalizar nuestra unión casándonos, y que queríamos darles un buen ejemplo a nuestros hijos,” dijo Juan.
Además de hacerlo sentirse más cercano a Dios y a su familia las clases de RICA lo han hecho más fuerte y más capaz de enfrentarse a los retos de la vida.
“El año pasado falleció mi mamá y aunque fue algo muy difícil, mi fe me ayudo, y lo tome de una manera muy diferente a lo que lo hubiese hecho sin Dios presente en mi vida como lo está ahora,” dijo Juan.
Las clases de RICA también lo han ayudado a liderar con los retos del COVID-19.
“A pesar de todas las tormentas, Dios me ha mantenido firme y capaz de pasar por todo lo que la vida nos ha puesto en el camino. Mi conversión me ha ayudado a entender que sin Dios presente en nuestras vidas no somos nada, con su amor, misericordia, todo siempre estará bien,” dijo Juan.
El recibirá sus Sacramentos en la Vigilia Pascual y no podría estar más contento.
“El contar con Dios en nuestras vidas diarias, el llegar a conocerlo mejor a través del estudio, es realmente importante,” fijo Juan. “A veces las personas (incluido yo) creemos que lo podemos lograr todo solos, pero sin Dios no lo podemos.”
Juan le sugiere a las personas acercarse a Dios, y tenerlo siempre presente, “en usted, en sus familias, en las generaciones de jóvenes, ahora más que nunca necesitamos a Dios.”
Stay Connected With Us