Reflexión por el Año de la Misericordia

Friday, Sep. 16, 2016

¿Cómo te hace sentirla Misericordia? Esta pregunta fue hecha en una plática de la Divina Misericordia de Cristo que apareció en Youtube.

Y ¿cuál fue la respuesta que un sacerdote Mariano dio? Paz. Completa y total paz.

Tiene sentido, ¿o no? Cuando Jesús apareció ante Santa Faustina pidién-dole que pintara la imágen de la Divina Misericordia, le pidió que las pa-labras “Jesús En ti Confío’ estuvieran escritas en la parte inferior.

Si verdaderamente podemos confiar completamente en Cristo, paz es lo que sentiremos.

Cuando contemplo este tipo de misericordia, me acerco más al entendimiento cuando pienso en mis tres hijos pequeños. Quiero que ellos siempre se sientan arropados con mi amor, seguros de su lugar en nuestra familia llenos de alegría.

Como mamás y papás ofrecemos puntuaciones de misericordia: perdón perdón y volver a perdonar. Eso no quiere decir que desechamos las transgresiones. No.  Después de todo “Reprender al pecador” es uno de los trabajos espirituales de la misericordia. Esta práctica nos ayuda a protegernos de la racionalización del pecado, un hábito que nos lleva a peligrosamente alejarnos de la gracia de Dios. Pero después de la disciplina apropiada vienen los abrazos misericordiosos, recordándole a mis hijos que, sin importar sus ofensas, siempre serán amados.

Es fácil ver la Misericordia de Dios como eso, si nos damos cuenta de que son nuestros queridos hijos, si sabemos que está listo para recibirnos con ese amor que llega con paz absoluta.

El reto llega cuando tratamos a todos con la misma forma de misericordia, con el mismo tipo de amor. Oro a mi querido Dios para que pueda ver su rostro en todas las personas con las que me encuentro. Oro para que pueda ver su amorosa misericordia reflejada en mí a través de quienes se la ofrezco.

Callie Oppedisano

Parroquia de St. John the Baptist