Regresando con Gratitud al Seņor
Friday, Dec. 25, 2015
By John Kaloudis
Director of Stewardship and Development
Traducido por: Laura Vallejo
Es la esta época del año, la cual llama al Adviento en la Iglesia Católica, pero en el mundo secular es conocida como la temporada de compras Navideña, en donde los Cristianos experimentan una profunda tensión. La Iglesia nos urge a prepararnos para la llegada de Cristo intensificando la oración y la donación a los demás. El mundo secular proclama “Compre hasta que ya no pueda”. No me impresiona el saber que nuestros corazones entran en conflicto durante esta temporada de amor y buena voluntad.
Afortunadamente, existe una manera de no dejar que el aspecto comercial de la Navidad sobrepase el tiempo sagrado, y eso es que nos concentremos en los principios básicos de la corresponsabilidad: gratitud, responsabilidad, generodidad y voluntad para regresarle a Dios los regalos con incrementos.
Gratitud es el alma de la corresponsabilidad. Es imposible que la ansiedad (o avaricia) gane cuando uno verdade-ramente es agradecido. La gratitud se enfoca en la atención a los dones que ya tenemos, no en las cosas que deseamos. Decir ‘gracias’ nos saca de nuestro ser y nos ayuda a profundizar nuestra apreciación por las cosas buenas que nos han sido dadas por un Dios bueno y generoso. El decir ‘Gracias’ nos ayuda a sobrepasar nuestro enfoque en nosotros. Nos re-cuerda que no somos autosuficientes. Conforme decimos ‘gracias’ en esta temporada festiva, podemos preparanos para el verdadero regalo de la Navidad, un bebé en el pesebre.
La responsabilidad es fundamental en la práctica de la corresponsabilidad. Recuerden la escena en Dickens ‘Un cuento Navideño’ en dónde Scrooge se rehusa a ser responsible por el pobre. El no se sentía responsible por el necesitado, o por su empleado o por su familia, o inclusive por el único familiar que tenía, su sobrino y su esposa. No fue sino hasta su conversión la cual lo llevó a la voluntad de ser responsible por otros, que Scrooge pudo disfrutar de su riqueza, de su estatus y éxito. El dinero que había acumulado solo lo había hecho miserable.
El ser responsables por los dones que Dios nos ha dado y el aceptar nuestro papel como corresponsables de toda la creación de Dios, nos permite celebrar la Navidad con un corazón abierto.
La generosisdad es un valor que aún en la Navidad secular se reconoce en el regalo de dar. pero ¿qué damos? ¿es la generosidad acerca de lo que vamos a comprar y a dar en cosas materiales? ¿o tiene un mayor significado? La co-rresponsabilidad nos enseña la prioridad de la autoentrega. Jesucristo es el mayor ejemplo de alguien que se entrega y la Navidad nos invita a seguir su ejemplo. Como el Papa emérito Benedicto XVI dice “ Bien sea un regalo caro o barato eso no importa si no nos hemos autoentregado con él cualquier regalo que de-mos será demasiado pequeño”.
Esta temporada Navideña ‘autoentreguemonos’ (en tiempo, prescencia, oración, bondad, en risas, ánimos, etc.) así como ponemos regalos debajo del árbol.
El principio último de la corresponsabilidad es “darle al Señor con incrementos”. Conforme nos preparamos para el nacimiento de Cristo, nos podemos preguntar ¿qué es lo que hemos logrado en el año? ¿Hemos crecido personalmente? ¿hemos hecho una contribución al mundo en que vivimos? ¿hemos ayudado a los demás? ¿hemos agradecido a Dios por los muchos dones (materiales y espirituales) y los hemos ‘enterrado’ o los hemos cuidado, cultivado y crecido en talentos, habilidades y relaciones? ¿Podemos honestamente decir que estamos preparados para regresar esos dones al Señor con incrementos?
Una Navidad corresponsable sobrepasa a una Navidad comercial. En lugar de ansiedad, confusiones, gastos y tensiones entre familiares, una Navidad corersponsable te permite experimentar la alegría a través del agradecimiento, de tomar responsabilidad por nuestrso semejentes, compartiendo nuestros dones con los demás y dándole a Dios con incrementos es una mejor manera de pasar la Navidad.
Stay Connected With Us