Crystal Painter
Directora, de la Oficina Diocesana de Vida Familiar
Traducción: Laura Vallejo
En la Encíclica del Papa Juan Pablo II de 1995 Evangelium Vitae (Sobre el valor y el carácter inviolable de la Vida Humana) el Papa enfatiza la importancia del papel de la mujer en “brindar el don de la vida al mundo”, y agradece a esas mamás heróicas por su devoción y sacrificios. El Papa también reconoce los enormes retos que las mujeres embarazadas enfrentan, y ofrece sugerencias que continua siendo relevantes: “ante esto debemos preguntarnos, con gran lucidez y valentía, qué cultura de la vida se difunde hoy entre los cristianos, las familias, los grupos y las comunidades de nuestras Diócesis. Con la misma claridad y decisión, debemos determinar qué pasos hemos de dar para servir a la vida según la plenitud de su verdad.”
Veintisiete años más tarde, no podemos dejar de ver las realidades de esos retos experimentados por tantas mujeres, que se enfrentan con embarazos no planeados. De acuerdo con las estadísticas de los Centros de Control de Enfermedades, en el 2019 en los Estados Unidos, las mujeres solteras contaron por el 86 por ciento de todos los abortos. De las mujeres que tuvieron un aborto ese año, 45 por ciento tenían más hijos. En muchas situaciones, las mujeres se enfrenta a la falta de apoyo de su pareja, de apoyo económico y falta de vivienda accesible, seguro de salud, guarderías, opciones de trabajo flexible y otros obstáculos para brindar cuidados para un bebé.
El comité pro vida de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, respondió el llamado del Papa Juan Pablo II cuando, el 25 de marzo del 2020, en el 25avo aniversario del Evangelium Vitae, lanzaron un esfuerzo nacional titulado ‘Caminando con Madres Necesitadas.’ Este esfuerzo invita a las parroquias, con el apoyo de su Obispo y párroco, a mirar los recursos y servicios existentes en su comunidad parroquial para las mujeres embarazadas que se enfrentan con embarazos inesperados, y a ver las fallas y encontrar maneras de incrementar el alcance y apoyo para dichas mujeres.
Desafortunadamente el lanzamiento del programa fue impactado por la pandemia mundial, y por lo mismo, no fue lanzado por varias parroquias. Sin embargo, con la decisión tomada el 24 de junio por la Corte Superior de los Estados Unidos la cual sostiene que la constitución de los Estados Unidos no brinda el derecho al aborto, ahora tenemos la oportunidad de tomar este esfuerzo y volver a encender nuestras comunidades parroquiales para servir a las mujeres en necesidad.
El sitio en línea Caminando con madres necesitadas (www.walkingwithmoms.com) nos recuerda que “las mujeres que se enfrentan a embarazos con retos, o que están a cargo de niños pequeños en circunstancias difíciles, deben de ver a la Iglesia como un lugar que las puede ayudar... Pero la Iglesia también debe honestamente valorar la ayuda pastoral y practica que actualmente brinda a las mujeres embarazadas y a las familias en necesidad y que tan efectiva es, comunicando tal ayuda para los mas necesitados.”
Todos en cualquier comunidad parroquial deben de saber a donde referir a una mujer embarazada en necesidad. Este esfuerzo espera ayudar a que las parroquias hagan justo eso. ¿Cómo es que responderemos a ese llamado? Reúnase con su párroco, o coordinador parroquia de respeto por la vida. Utilice al librito de recursos parroquial brindado por la Oficina Diocesana de Vida Familiar que se le ha dado a todos los párrocos, junto a los abundantes recursos en el sitio en línea de ‘Walking with Moms in Need’, como herramientas e inspiración para la construcción de la respuesta parroquial.
Esta respuesta variará de parroquia en parroquia y será determinada basándose en los recursoso y capacidad de cada comunidad local. Los líderes del programa de ‘Walking with Moms in Need’ de la USCCB, “animan a los párrocos, y líderes parroquiales a dicernir en oración la implementación de ‘Walking with Moms in Need’ ya que verdaderamente se le permitará al Espíritu Santo guíe esos esfuerzos.”
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