HOLLADAY — Más de 200 feligreses hispanos se dieron cita el 22 de marzo en el salón social Holy Family de la parroquia de Saint Vincent de Paul para juntos celebrar el Retiro Diocesano de Cuaresma.
El padre Marco Tulio Lopez, párroco de la Iglesia de St. Bridget en Milford y sus misiones aledañas guio a los presentes en una mañana de oración, reflexión, meditación y enseñanzas, bajo el tema ‘Peregrinos de la Esperanza en el Año Jubilar.”
“La Biblia nos habla sobre el corazón como el centro que va más allá de las apariencias y pensamientos superficiales que nos confunden,” dijo el padre López agregando que la importancia de la fe es que esta siempre nos da una pausa para reflexionar “y saber hacia dónde nos dirigimos.”
El padre López dijo que una de las grandes necesidades de las personas de hoy en día es recuperar la esperanza del corazón.
El padre dijo que el Papa ha mencionado la historia de los discípulos del Emaús “quienes en su caminata con Cristo resucitado pasando por un momento de angustia y desesperanza y desilusión… no obstante, más allá de todo eso y a pesar de todo algo ocurría necesitamos recuperar el sentido de nuestro corazón; este es el control de ese núcleo más íntimo de nuestro ser.”
El padre también habló sobre la importancia de estar en silencio.
“Debemos de ser capaces de hacer silencio para orar… el ruido nos demora cada vez más a todos,” enfatizó el padre López.
En la sociedad actual los seres humanos corren el riesgo de perder su centro, “el centro de sí mismos… las futuras generaciones sufrirán las consecuencias de lo que estamos viviendo en la actualidad,” dijo el padre agregando que es por eso la importancia de tener presentes al corazón y a la oración en la vida poniendo en ejemplo de como Santa Catalina de Siena puso su corazón en Dios.
“Ella puso su corazón en las manos de Dios… necesitamos que todas nuestras acciones se pongan bajo el dominio del corazón, es decir, que aprendamos a filtrar todas nuestras peticiones a través de este núcleo de nuestro ser,” dijo el padre Lopez.
El padre pidió a los presentes detenerse en el correr de la vida y tomarse un momento para alimentar el alma, “en la Eucaristía Jesús está completamente presente,” recalcó invitando a todos a no olvidarse de esto.
Los presentes tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre dos preguntas fundamentales ¿Cómo está mi corazón? y ¿Pertenece mi corazón totalmente a Dios?
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