Sacerdotes diocesanos participan en una presentación sobre el racismo

IC Foto/Marie Mischel

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Traducción: Laura Vallejo

SALT LAKE CITY — Conforme los sacerdotes diocesanos se reunieron para su convocación de primavera celebrada el 14 de mayo, los mismos escucharon las palabras presentadas en un video de dos partes sobre el racismo. La presentación estuvo a cargo del Reverendísimo Shelton J. Fabre de Houma-Thibodaux, La. El Obispo Fabre es el presidente del subcomité de Católicos Afroamericanos de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos  y es miembro del subcomité de diversidad cultura en la Iglesia del USCCB.

Durante sus comentarios a los sacerdotes, el Reverendísimo Oscar A. Solis, Obispo de Salt Lake City, dijo que la importancia de aprender mas sobre el tema del racismo los ayuda a ser mejores pastoras del pueblo de Dios confiado a su cuidado.

Muchos de los sacerdotes, particularmente los más jóvenes quienes han llegado de diferentes países no saben mucho sobre la historia de segregación de la Iglesia de los Estados Unidos, dijo el padre Martin Diaz, rector de la Catedral de la Magdalena y presidente del comité diocesano para la formación continua de sacerdotes. El padre Diaz dijo que espera que la información del Obispo Fabre ayudará a que los sacerdotes “trabajen más hacia una dirección justa.”

El Obispo Fabre enfoco sus comentarios en la carta pastoral del USCCB  en contra del Racismo ‘Abramos nuestros corazones: el incesante llamado al amor. Este documento fue aprobado en el 2018 y es la carta pastoral de los obispos  más reciente sobre el racismo.

Mientas que otros documentos sobre el tema (publicados en 1958, 1968 y 1979) dieron varios resultados, “el camino aun es largo, tanto al interior como al exterior de la Iglesia, para darnos cuenta de que la armonía es llamada familia humana,” dijo el Obispo Fabre. “una herida grande e infectada den la unidad de nuestro país es el persistente mal del racismo.”

 El Obispo basó su presentación en los varios documentos de  la Iglesia, incluyendo el catecismo de la Iglesia Católica y del documento del consejo pontificio de Justicia y paz publicado en 1988  “The Church and Racism: Toward a More Fraternal Society.”  

Por ejemplo el catecismo nos fice que “La igualdad entre los hombres se deriva esencialmente de su dignidad personal y de los derechos que dimanan de ella:

«Hay que superar y eliminar, como contraria al plan de Dios, toda [...] forma de discriminación en los derechos fundamentales de la persona, ya sea social o cultural, por motivos de sexo, raza, color, condición social, lengua o religión» (GS 29,2).

“Resulta claro  la enseñanza de la Iglesia en este documento y en varios más que el racismo debe de ser erradicado de nuestras realidades interpersonales y estructurales,” dijo el Obispo Fabre.

Sin embrago, “parece evidente que la justicia racial no es ahora, ni nunca ha sido, un tema apasionado para los Católicos  americanos,” dijo agregando que la conversación es algo muy necesario.

Grandes esfuerzos han sido hechos en leyes en contra de las practicas raciales, pero “el racismo no es solo un problema ante la ley. El racismo es un problema humano, espiritual y pastoral… mis hermanos sacerdotes, el racismo nos  afecta negativamente a todos y debemos trabajar para  eliminarlo de raíz,” dijo el Obispo Fabre.