Traducción: Laura Vallejo
padre Charles Cummins ha tenido varios papeles. Ahora, a partir del 1ero de agosto, se jubila de su más reciente asignación, Administrador del Centro Newman de la Universidad estatal Weber.
Nativo de Nueva Jersey el padre Cummins se graduó con un título en contabilidad para luego ingresar en el programa para entrenamiento de oficiales de la Corporación de Marinos de los Estados Unidos. Durante sus cuatro años en la infantería estuvo en Okinawa y en las Filipinas como miembro del servicio de asistencia antes del incidente del Golfo de Tonkin que llevó a los Estados Unidos a la guerra con Vietnam.
El tenía muy clara qué haría después de ser militar.
“Hice un trato con Dios cuando estaba en la universidad, yo sabía que tenía dos años más en la universidad y cuatro con los marinos- nunca se lo dije a nadie, ni a mis padres- que después iría al seminario, no para ser sacerdote sino para ver si deseaba ser sacerdote,” dijo el padre. “Y asi fue.”
Al terminar su tour en el campo Pendlenton en California, el padre Cummins ingresó al seminario de St. John en Camarillo en la Arquidiócesis de Los Ángeles.
Fue ordenado al sacerdocio el 27 de abril de 1968. Después, mientras realizaba ministerio en California, el padre llegó a Utah a visitar el Monasterio de la Santísima Trinidad en Hunstville. El monasterio cerró sus puertas en el 2017, pero esa conexión temprana con el padre Cummins hizo que el padre sirviera permanentemente en la Diócesis de Salt Lake City.
“El padre Thomas Porter (uno de los monjes Trapistas del monasterio) me escribió una carta diciéndome que necesitaban un sacerdote para ser capellán en lo que ahora es el Hospital Regional de Ogden pero en ese entonces tenia el nombre de St. Bene-dict,” dijo el padre Cummins.
Durante 13 años como capellán en el hospital, el padre también celebraba Misa en el Centro Newman de la parroquia de St. James de Just en Ogden.
Cuando la diócesis lo asignó a la preparatoria Católica de St. Joseph, el padre enseño lases de Cristiandad, entrenó al equipo de Cross country y manejó el autobús escolar. En el 2017 el padre recibió el premio ‘Christ the Teacher’ de las escuelas Católicas de Utah.
Mientras que el sacerdote fue “un gran apoyo para las dos escuelas de St. Joseph,” como se lee en el premio, el padre Cummins considera que recibió mucho al trabajar con los estudiantes.
“El enseñar en St. Joseph incrementó mi fe,” dijo el padre. “Aprendí más de lo que hubiese aprendido en el seminario al preparar las clases.”
Una de sus experiencias más memorables con la preparatoria fue un viaje que realizó con el equipo de pista a Mesquite Nevada. Su camioneta se descompuso en un área rural de Provo. La policía llevól a lóls miembros del equipo de tres en tres en su patrulla a un a ciudad cercana. Cuando el padre llevó la camioneta al taller, “el mecánico escuchó lo que nos sucedió y dijo ‘vamos a entregar una ambulancia en Beaver,” así es que el equipo se metió en la ambulancia. Una vez en Beaver fueron a comer al Denny’s y allí se encontraron con algunos entrenadores que estaban allí para un torneo de béisbol. Al saber sobre los problemas de transporte del equipo de St. Joseph, los entrenadores le ofrecieron una camioneta al padre Cummins.
Los Jayhawks pasaron la noche en un hotel- el padre durmió en la tina- y al día siguiente salieron para Mesquite, en donde ganaron a pesar de competir contra 18 equipos. El padre Cummins manejó de regreso a Ogden manejando toda la noche para después regresar la camioneta a los entrenadores en Beaver.
Después de St. Joseph el padre Cummins fue asignado como administrador de la misión de St. Florence en Hunstville, en la cual estuvo 23 años mientras que también servía como capellán del Centro Newman. Hace siete años, a los 80 años de edad el padre dejó su asignación en St. Florence.
Estos días ha estado celebrando Misa seis días a la semana y también ofreciendo Adoración.
“Realmente creo en la Adoración,” dijo el padre describiendo esta como un tiempo para escuchar el silencio. “Orar es hablar con Dios, escuchar a Dios es meditar.”
El padre Cummins también ve “el poder de la Eucaristía- Cuando Jesús está con nosotros,” dijo.
Durante su jubilación el padre planea seguir con el horario que ha tenido hasta ahora: celebrar Misa en el Centro Newman, ir al gimnasio tres días a la semana y jugar golf.
“No tengo una lista de vida,” dijo el padre. “creo que la he completado, ya salté de un avión, y no deseo visitar ningún lugar.”
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