Sacerdotes se jubilan/Padre Joubran Bou Merhi

Friday, Jun. 27, 2025
Sacerdotes se jubilan/Padre Joubran Bou Merhi
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Padre Joubran Bou Merhi
By Linda Petersen
Intermountain Catholic

Traducción: Laura Vallejo

SALT LAKE CITY — El padre Joubran Bou Merhi, quien por 30 años  ha sido el párroco de la Iglesia Maronita de  St. Jude se jubila a finales de julio.

La parroquia originalmente se ubicaba en Murray; en el 2020 fue reubicada en Taylorsville. St. Jude Maronita es una Iglesia del Rito del Este;  la parroquia es supervisada por la Epicarpia de Our Lady of Lebanon en Los Ángeles, la cual está bajo la jurisdicción del Pontífice Romano.

El padre Bou Merhi ha estado activo en la fe desde muy jóven. De niño asistía solo a la Iglesia; aunque sus papás habían sido criados Católicos Ortodoxos, no estaban activos en la fe.

“Mis papás no me animaban a ir a la Iglesia esto fue una decisión personal,” dijo el padre. “Cuando iba  a clases a los 14 o 15 años de edad al regresar de la misma caminando a casa usualmente paraba en la Iglesia para ir a Misa.”

Esas experiencias lo hicieron desarrollar una profundidad por la religión. A los 18 años de edad animado por sus líderes de fe decidió ingresar al seminario.

“Cuando le di las noticias a mi papá y a mi mamá, mi mamá me dijo ‘si quieres ir, ve, pero no regreses a esta casa si esta es tu decisión,” recordó el padre.

El padre Bou Merhi continuó sus estudios en el seminario pero sintió que no tenía experiencia de vida, particularmente en administración y finanzas, para así poder guiar una parroquia, así que decidió retrasar su sacerdocio. En su lugar, se mudó a Canadá en donde trabajó por varios años antes de lograr un carrera muy bien remunerada. Su éxito en el mundo secular lo preparó para poder poner el enganche de una casa, pero Dios y la Iglesia tenían otros planes para él.

Mientras visitaba frecuentemente a un sacerdote de los Oblatos de María “Él me dijo, por qué no le das una oportunidad de ahora seguir con el sacerdocio,” dijo el padre Bou Merhi. “Yo pensé ‘ ahora tengo la estabilidad económica, no sé si quiero dejar este trabajo para ser sacerdote. Él me dijo ‘prueba’.”

Al poco tiempo el Obispo Maronita de Nueva York lo contactó a través de ese sacerdote diciéndole que lo necesitaba y que debía ingresar al Seminario Maronita en Washington D.C.

Fue una decisión difícil, “y fue muy difícil aceptarla,” dijo el padre.

Sin embargo, lo hizo y en 1988 fue ordenado. En 1990 recibió su primera asignación en St. Jude en Utah. En ese entonces la parroquia tenía cerca de 100 familias.

“Le dije ‘Obispo no estoy listo. Prefiero acumular más experiencia,” el me dijo ‘no, no te puedes ir,” dijo el padre Bou Merhi. “Me dio la oportunidad, tomé el reto, el llegar con ese sentimiento de no estar seguro de quedarme, pues es algo diferente.”

Por los primeros años el padre pensó que había cometido un error. Extrañaba su vida y a su familia en Canadá y se sentía fuera de lugar en su nueva comunidad. Sus líderes lo animaron a darse más tiempo, y algo maravilloso pasó. El padre se enamoró de Utah, de su iglesia y de su comunidad- y terminó sirviendo allí como párroco por 17 años.

“Me enamoré de la comunidad,” dijo el padre. “Este es el lugar al que pertenezco. Esta es mi familia. Ahora sí tengo que elegir entre mi familia biológica o ésta aquí, elijo a las personas del valle, ya que estoy enamorado de la Iglesia Católica en este valle.”

Durante sus años como párroco el padre Bou Merhi participó en el ministerio de hospital en el Centro Médico Intermountain, en el Hospital St, Mark y en el Centro Médico del Departamento de Asuntos para Veteranos George E. Wahlen. A través de su ministerio en Utah el padre Bou Merhi nunca ha tenido personal asalariado ya que la parroquia no lo podía sustentar, En su lugar a lo largo de los años muchos voluntarios algunos feligreses, otros de otras personas e inclusive de otros estados lo han apoyado.

Eventualmente recibió otra asignación y sirvió en unas parroquias en Denver, Detroit y San Louis. Aun así, se encontró extrañando a Utah y sus superiores estaban conscientes de que, si surgía una asignación en el estado, él la aceptaría. En 1989 el padre Bou Merhi regresó como párroco de St. Jude y desde entonces ha tenido esa asignación.

Ahora que el tiempo de su jubilación ha llegado el padre no se puede imaginar vivir en otro lado que no sea Utah así es que aceptó la invitación del padre Samuel Dinsdale, párroco de la Iglesia de  St. Vincent de Paul en  Holladay, para mudarse a su rectoría a comienzos del mes de agosto. El padre Bou Merhi espera poder apoyar en la parroquia mientras sigue con su ministerio en el Hospital de St. Mark. El padre también espera visitar a su familia en Canadá, varios a quienes no ha visto desde hace más de 25 años.

El nuevo párroco de St. Jude Maronite el padre Alejandro Landin, llegará a Utah en la primera semana del mes de julio procedente de San Antonio Texas. El padre Bou Merhi le enseñará los tejes y manejes de la parroquia por unas semanas y estará disponible como su consejero por varios meses.

Durante su jubilación el padre Bou Merhi espera ha-cerlo sin fanfarrias de sus feligreses.

“El mejor regalo que me pueden dar es amarse los unos a los otros y cuidar la parroquia y proveer,” dijo el padre. “Mi legado será que traten al siguiente padre de la misma manera en que me trataron a mí.”

El padre le pide a sus feligreses reciban al nuevo párroco con una calurosa bienvenida. “Les dije, saben, deben de estar orgullosos de que es americano, y asumo que estarán al nivel para cuidarlo, espero lo hagan.”

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