El pasado mes de octubre el padre Virgen y yo guiamos una peregrinación a México para visitar los templos marianos, entre los que estuvo la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. Fué una maravillosa oportunidad para orar y reflexionar acerca de lugar que María ocupa en nuestras vidas. Durante el peregrinaje, me reuní con seis seminaristas que están solicitando ingresar a nuestra Diócesis. Ellos se encuentran en diferentes etapass en cuanto a su preparación, algunos siguen en la universidad, otros casi están terminando sus estudios teológicos. Quedé impresionado con su madurez, su profunda espiritualidad y su franqueza hacia el llamado de Cristo en sus vidas. Muchos de ellos vendrán a Salt Lake City a completar su proceso de solicitud y a participar en una prueba psicológica. Por favor mantengan a estos jóvenes en sus oraciones en su camino a su ordenación.Hablando de seminaristas, invito a todos las fieles de esta Diócesis a que oren por las vocaciones sacerdotales. En particular, necesitamos jóvenes de Utah que quieran ser sacerdotes. Es de vital importancia que todos nos veamos trabajando para la oficina de vocaciones. Debemos alentar a nuestros hijos, hermanos, sobrinos y amigos a responder positivamente al llamado de Cristo hacia el servicio del sacerdocio. Muy frecuentemente no sólo ignoramos nuestra responsabilidad en este área sino que peor aún, desanimamos a los jóvenes a que sean sacerdotes. Los padres de familia son de especial importancia en la influencia de sus hijos para discernir la vocación del sacerdocio y les pido que hagan todo lo posible para ayudar a sus hijos a ver la opción del sacerdocio como una opción viable en sus vidas. Monseñor Colin Bircumshaw, el Padre Virgen y el Diácono Ricardo Arias trabajan arduamente en nuestra oficina de vocaciones apoyando a jóvenes que tienen la vocación del sacerdocio. Sus parroquias recientemente han o van a asignar a una persona que actúe de vínculo entre sus parroquias y la Diócesis. En esta Diócesis haremos todo lo posible para motivar a estos hombres a decir “Sí” al llamado de Cristo. Por favor mantengan esta intención tan importante en sus oraciones y consideren en ayudar de en lo que sea posible. Muchas gracias.
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