Kenneth Rey Parsad
Mi vocación al sacerdocio es algo que realmente valoro, especialmente ahora que he tomado un paso más hacia mi ordenación. Como el Obispo Solis dijo en su Homilía durante la Misa de nuestra Candidatura, nuestra vocación es algo que nace de nuestra identidad. Es algo que el Señor planea mucho antes de que naciéramos. Es así que es algo que libremente debemos de realizar y ser ‘Aquí estoy’. Nuestra vocación es quien somos, y quienes estanos llamados a sumergirnos en profundidad.
Esto es verdad aun más ahora que ya hemos sido oficialmente aceptados como Candidatos a las Santas Órdenes.
Agradezco el haber sido oficialmente como Candidato para las Santas Ordenes. Esto demuestra la confianza de la diócesis y es así un símbolo tangible de la afirmación del Señor quien realmente desea que yo trabaje en su viñedo.
El ser llamado por el Señor es un gran privilegio. Es un privilegio, pero también una gran responsabilidad al ser llamado a construir el Reino de Dios en Utah como un sacerdote del Señor Jesucristo.
Esta es una gran y única responsabilidad, y es a través de la gracia de Dios que estoy en donde estoy, y seguiré muy cercanamente con esto, ya que estoy seguro que nada es sin Su gracia.
Kenneth Rey Parsad
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