Sirviendo a Dios a pesar de las adversidades

Friday, Sep. 16, 2011

OREM — Rocío Rivera participa en el estudio de la Biblia y en las clases pre- bautismales, de la Iglesia Católica de San Francisco de Asís. Ella también participa en el coro y sirve como Ministra de Eucaristía, y participa en el encuentro ma-trimonial.

Sin embargo su participación en dicho Encuentro a cambiado desde que su esposo fue deportado hace casi ya dos años.

"Antes íbamos juntos al Encuentro Matrimonial pero ahora que mi esposo no ésta aquí, solo los ayudo con lo que puedo, a veces en la cocina a veces solo con la preparación", dijo Rivera.

La familia Rivera fue separada desde diciembre del 2009, cuando el esposo de Rocío tuvo problemas al tramitar sus papeles migratorios.

"Mi esposo no tenía ninguna depor-tación pendiente, él no tiene record criminal, no toma, no es abusivo, él es un muy buen hombre y excelente padre, así como un ser humano amoroso y responsable", dijo Rivera, agregando que esta situación la están tomando como una prueba de Dios.

"Hablamos con mi esposo todos los días, y platicamos de todo esto y aunque decimos que no lo entendemos si Dios lo quiso es porque así debió de ser. Sólo le pedimos que nos de fortaleza para poder seguir sin quejarnos", dijo Rivera.

Sus esfuerzos por seguir adelante han sido reconocidos en el boletín de la Iglesia en donde se lee "El ser el único padre de familia es difícil y usualmente sugiere una reducción en cuanto a las actividades extras de la Iglesia además de las misas. Sin embargo, esta familia especial no se ha rendido. Tanto la madre como sus hijas ayudan en la preparación de alimentos, asisten a los grupos dedicados a la construcción de los Sacramentos y tratan de asistir a misa diario".

Rivera tiene dos hijas las cuales participan activamente en el ministerio de la Iglesia. "Desde que mi esposo no está aquí con nosotros seguimos participando en lo que podemos dentro de nuestra I-glesia", señaló Rivera. "Antes de terminar sus estudios para su primera comunión nuestra hija mayor nos dijo que quería servir en la Iglesia. A nosotros no nos sorprendí esto ya que sabíamos que ella estaba siguiendo nuestro ejemplo, ya que nosotros no se lo pedimos simplemente salió de ella".

La otra hija de los Rivera no se quedó a tras y de igual manera les pidió a sus padres la ayudaran a participar más en su Iglesia, ahora ella es un monaguillo.

"Hemos aprendido a amar de otra manera, hemos aprendido a ser más fuertes", dijo Rivera.

"Pude haber dicho esto es mucho y rendirme, pero no puedo. Si Dios así lo quiso es por algo, nosotros solo debemos seguir sirviendo lo más que podamos", dijo Rivera quien es una madre de tiempo completo, una trabajadora de tiempo completo y una ministra de tiempo completo.

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