Trabajadores de la iglesia deben estar cerca de las familias, dice el papa
Friday, Nov. 04, 2016
Por Cindy Wooden
Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- El “lazo indisoluble” de la Iglesia Católica con sus miembros, incluso con aquellos que luchan para vivir los mandamientos de la iglesia sobre la vida familiar, “es la señal más transpa-rente de los fieles y el amor misericordioso de Dios”, dijo el Papa Francisco.
Aunque mucha gente lucha hoy día para vivir el ideal cristiano del matrimonio y la vida familiar, la tarea principal de los teólogos y ministros pastorales no es señalar las fallas, sino acercarse a las personas “de modo que la gracia pueda rescatarlas, reanimarlas y sanarlas”, dijo el Papa al personal, la facultad y los estudiantes del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia.
Abriendo formalmente el año académico 2016-2017 el 27 de octubre, el Papa Francisco le rindió tributo a la “intuición visionaria” de san Juan Pablo II, quien en 1981 fundó el instituto de estudios posgraduados concentrados en la doctrina católica sobre la familia. Además del recinto principal en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma, el instituto ahora tiene sucursales o afiliados en Estados Unidos, Benín, Brasil, India, México, España y Australia. Según el Catholic Weekly, con sede en Sydney, el día antes de reunirse con el grupo, el arzobispo Denis J. Hart de Melbourne anunció que la sucursal de Australia cerraría después del 2018 por razones de dinero.
En agosto, el Papa Francisco nombró al arzobispo Vincenzo Paglia canciller del instituto, instando a una renovación de su programa y estructuras para asegurar que “una perspectiva y atención pastoral a las heridas de la humanidad nunca deban faltar”.
Dirigiéndose a los estudiantes y la facultad el 27 de octubre, el Papa Francisco dijo que es importante recordar que el tesoro de ser creados y amados por Dios es algo que los seres humanos llevan “en vasijas terrenales” y son frágiles.
“La gracia existe, igual que lo hace el pecado”, él dijo. “Por lo tanto tenemos que aprender a no resignarnos a la falla humana, sino a apoyar el ‘rescate’ del designio del Creador a todo costo”.
Repitiendo una línea de “Amoris Laetitia”, su exhortación apostólica sobre la familia, el Papa Francisco le dijo a los estudiantes y al personal: “A veces hemos propuesto un ideal teológico del matrimonio demasiado abstracto y casi artificial, demasiado apartado de las situaciones concretas y las posibilidades prácticas de familias reales. Esta excesiva idealización, especialmente cuando no hemos inspirado confianza en la gracia de Dios, no ha ayudado a hacer el matrimonio más deseable y atractivo, sino lo contrario”.
Los lazos de las parejas casadas y de las familias “son puestos a prueba de muchas maneras”, él dijo. El individualismo, una concepción de la libertad que está desconectada de todo sentido de responsabilidad por los demás, la indiferencia hacia el bien común, “las ideologías que atacan directamente el proyecto familiar” y la creciente pobreza, todos amenazan a las familias, así como a la propia sociedad.
El matrimonio y la vida familiar se basan en “el designio de Dios” para “la alianza del hombre y la mujer”, él dijo. Eso requiere “cooperación y respeto, dedicación generosa y compartir responsable, una capacidad de reconocer las diferencias como una riqueza y una promesa y no como una motivación para la subyugación y el abuso de poder”.
Pero en vez de fomentar los esfuerzos de comprender al otro, él dijo, la cultura moderna parece querer “cancelar las diferencias” en vez de resolver las tensiones que brotan de estas. Tal actitud socava el matrimonio, pero también socava cualquier intento de edificar una sociedad pacífica donde todo tipo de diferencias sean reconocidas y valoradas.
“En efecto”, él dijo, “cuando las cosas van bien entre el hombre y la mujer, el mundo y la historia van bien también. Fallando eso, el mundo se torna inhóspito y la historia se estanca”.
El Papa Francisco instó a los teólogos y a los estudiantes del instituto a buscar maneras de ayudar a las familias católicas a “estar más conscientes del don de la gracia que ellas llevan y a estar orgullosas de poder po-nerlo al servicio de todos los pobres y los abandonados que se desesperan por jamás poder encontrar o redescubrir” la gracia del amor de Dios por ellos.
La teología y la obra pastoral, él dijo, también tienen que tomar un enfoque mucho más positivo centrándose menos en cómo las personas se están descarriando y más en estar cerca de ellas y darles la dirección y el apoyo que necesitan y merecen como miembros de la iglesia.
“La teología y el interés pastoral van de la mano”, dijo el Papa.
“Una doctrina teológica que no se deje guiar y formar por el propósito evangelizador y el interés pastoral de la iglesia es tan impensable como un plan pastoral que no sabe cómo atesorar la revelación y la tradición con miras a una mejor comprensión y transmisión de la fe”.
Stay Connected With Us