SALT LAKE CITY - Cientos se reunieron para la celebración Diocesana de la tradicional Posada en la Catedral de la Magdalena.
María Cruz-Gray, directora del Mi-nisterio Hispano de la Diócesis Católica de Salt Lake, dirigió unas palabras a los presentes.
"Esta noche todos... y nosotros los hispanos queremos darles la bienvenida a todos nuestros hermanos porque Jesús vino para todos", dijo Cruz-Gray.
La celebración comenzó con los tradicionales cantos para pedir posada, para los cuales algunas personas se dirigieron a las afueras de la Catedral, mientras otros tantos se quedaron adentro tras las puertas de la misma.
Acompañados por los instrumentos y por las voces del coro de la Catedral, las personas junto con un grupo de niños, quienes representaron a la Virgen María (Guadalupe Gálvez) a José (Anthony Alcocer), a los ángeles (Lorena, Christian y Mónica Aquiles) y pastores, pidieron posada.
Estando ya todos reunidos en el interior de la Catedral, comenzo el rezo del Santo Rosario.
Diferentes miembros de la comunidad estuvieron a cargo de cada uno de los Misterios Gozosos: el encuentro matrimonial estuvo a cargo del primer misterio, la encarnación del Hijo de Dios; renovación carismática estuvo a cargo segundo misterio, la visita de María Santísima a su prima Santa Isabel; el ministerio Prisión estuvo a cargo del tercer misterio, el nacimiento del Niño Dios en Belén; el ministerio inglés estuvo a cargo del cuarto misterio la presentación del Jesús en en Templo y el ministerio juvenil, estuvo a cargo del quinto misterio, la pérdida y hallazgo del Niño Jesús en el Templo.
La Santa Misa dió comienzo presidida por el Reverendísimo Obispo John C. Wester, él cual subrayo que "Cristo constantemente esta tocando la puerta de nuestros corazones", pidiéndole a los presentes que pongan atención a este hecho para que puedan hacerlo presente en cada uno de sus días.
La omilia estuvo adornada por cánticos navideños interpretados por el coro de la Catedral de la Magdalena.
"Celebrar las posadas es maravilloso, cada que tenemos la oportunidad lo ha-cemos", dijo Sofía Mujía, residente de West Valley, quien acudió acompañada de su familia a la Catededral.
"Preservar las tradiciones es algo que todos debemos de hacer", enfatizó Luis Castillo, originario de Michoacan, México.
Los asistentes fueron invitados al Centro Pastoral, ubicado en el sótano de la Catedral, en donde entre churros, galletas, chocolate, piñatas y aguinaldos, la celebración de la posada continuo.
Los niños disfrutaron de piñatas las cuales golpeaban con un palo bajo los tradicionales "dale dale dale no pierdas el tino porque si lo pierdes pierdes el camino ya le diste una ya le diste dos...", hasta que cada una de las piñatas cedían sus fuerzas arrojando los dulces que llevaban dentro.
Las posadas son una novena navideña que recuerda el peregrinaje de José y María hacía Belén.
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