Artista del vidrio se enorgullece de su trabajo para la catedral

Friday, Jun. 19, 2009

SALT LAKE CITY — Mientras Judy y Ron Christopher, de Cleveland Oh., caminan dentro de la Catedral de la Magdalena en Salt Lake City, no pueden dejar de estar maravillados.

"Mira la pila bautismal", le dice Judy a Ron, con un tono de sorpresa en su voz. Judy dijo que nunca había visto una pila en la que las personas pudieran ser sumergidas en una iglesia católica.

El monseñor Joseph Mayo, Pastor de la catedral, dijo que las pilas bautismales para inmersión no son raras en las catedrales católicas. De hecho, muchas catedrales las tienen para responder a los esfuerzos del Concilio Vaticano Segundo por restaurar la práctica cristiana de bautizar por inmersión. La pila de la catedral también puede ser utilizada para los bautizos en los que se rocía y vierte el agua.

"La pila está en el centro. Las que yo he visto se encuentran en los lados", dijo Ron.

El simbolismo de la pila de la catedral ofrece una explicación a su ubicación. Combina el simbolismo del octágono – el cual significa el octavo día de eternidad – y el de la cruz – el cual significa la muerte y resurrección de Jesús. La pila es de dos niveles. El nivel bajo tiene un diseño que representa el paraíso, una corona, el sol, el árbol de la vida, o el centro del mundo.

Ron notó los colores y los detalles de los azulejos de la pila y del enrejado a pesar que no se detuvo a ponderar en el simbolismo de la pila.

La pila fue dedicada en 1993, pero el enrejado fue instalado justo antes de la celebración de la Pascua y del 100º aniversario de la dedicación de la catedral.

"Añadimos el enrejado por razones de seguridad. Era importante añadirlo", dijo el Mons. Mayo.

Igual de importante era el que el enrejado hiciera armonía con la remodelación que se hizo cuando la catedral fue restaurada en 1936, dijo.

Los azulejos pintados a mano hacen que el enrejado sea bello y práctico al mismo tiempo.

"Los azulejos tienen hojas de oro de 24 quilates", dijo Allison Klinger, artista del vidrio a quien le fueron encargados los azulejos.

Klinger dijo que para hacer los azulejos, primero fusionó dos azulejos de vidrio con un diseño de oro en el medio.

"El fusionarlos me tomó aproximadamente 24 horas, pero es un trabajo permanente. El oro no se podrá sacar nunca", dijo.

Después, tuvo que esperar otras 15 horas para que el vidrio se enfriase y para que ella pudiese comenzar a pintar pequeños triángulos.

El diseño de los azulejos es muy sencillo – tiene dos triángulos que forman un cuadrado – pero el trabajo que toma hacerlo no lo es en lo más mínimo.

Klinger dijo que le tomó alrededor de una hora pintar cada azulejo. Pintó 64.

"Usé un pincel muy pequeño, más o menos del tamaño de un picadientes", dijo.

También usó un tipo de pintura especial.

"La que usé es una pintura para vidrio muy tradicional que fue hecha en Alemania. La pintura está hecha de vidrio; por lo tanto, se adhiere al vidrio cuando la calientas".

El crear una pieza de arte requiere el conocimiento de técnicas y el uso de las pinturas y herramientas correctas, dijo Klinger.

"En sí no es difícil, pero requiere mucho tiempo. Tienes que sentarte y ser paciente."

También toma muchos años de práctica y entrenamiento. Klinger comenzó a trabajar el vidrio hace 10 años, cuando tomó un trabajo solo para el verano. Pero desde entonces no ha soltado el vidrio.

"Puedes ser creativo con el vidrio, haces arte con él. Existe una gran variedad de vidrio y de técnicas para trabajarlo. El vidrio está por todas partes", dijo.

Klinger ha viajado a Washington para aprender a trabajar el oro; y tomó un curso de pintura en Colorado. Mientras aprendía, Klinger sintió la necesidad de enseñar, lo cual hizo durante dos años en Woodland Hills School, una preparatoria privada en Salt Lake City.

"Me reía todos los días… Aprendí de los jóvenes que no debo tener miedo de usar el color para hacer arte. Los colores se aman entre sí", dijo.

Klinger expresó haber llorado cuando vio a sus azulejos dentro de la catedral.

"Les dediqué mucho tiempo y estoy muy orgullosa de cómo salieron".

Añadió que le encantó haber trabajado para un proyecto de la catedral aunque ella no es católica.

"Los azulejos estarán en la catedral mucho después que yo haya muerto. Podré verlos cuando esté vieja y me sobrevivirán por muchos años. Se ven hermosos ahí", dijo.

Ella no es la única satisfecha con su trabajo. Al igual que los Christopher, otras personas admiran la pila y sus azulejos.

"Salieron muy bien. Son justo lo que esperábamos", dijo el Mons. Mayo.

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