Católica confecciona más de 1,800 cubre bocas como forma de agradecimiento a la comunidad

Intermountain Catholic

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OGDEN – Maricela Romero, feligrés de la parroquia Católica de St. Joseph en Ogden, comenzó a coser desde que tenía 12 años de edad, pero nunca pensó que esa habilidad le podía traer felicidad en estos tiempos de retos por la pandemia del COVID-19.

Mientras que se dedicó a cuidar de sus hijos Romero pusó de lado la costura. Sin embargo, hace unos cuantos años, después de ver un anuncio acerca de las clases de costura en Give Me A Chance, decidió que era tiempo de regresar a su pasión.

Give Me A Chance es una organización sin fines de lucro que se dedica a dar oportunidades a las mujeres.

Después de algunos años en el programa Romero abrió su propia tienda de costura. Cuando la pandemia comenzó en Utah y las noticias de que las enfermeras se estaban quedando sin equipo, tal como las mascarillas, Romero dijo que sintió como si algo se encendiera dentro de su corazón.

“Le dije a mi esposo que sentía la necesidad de ponerme a hacer mascarillas para ellas, y mi esposo me respondió, ‘Sí yo te apoyo’,” dijo Romero.’

Comenzó así a coser. Al principio donaba las mascarillas solo para las enfermeras, pero cuando las parroquias Católicas comenzaron a volver a recibir a las personas para el culto público el padre Michael Sciumbato, párroco de St. Joseph, le dio una llamada.

“Me pidió si estaba dispuesta a apoyar,” dijo Romero. “Le dije que no quería vender las mascarillas porque creo que son solo una muestra de agradecimiento que le puedo dar a a la comunidad.”

Desde entonces las mascarillas de tela diseñadas y creadas por Romero están   disponibles en la parroquia de St. Joseph para quien las necesite,

Habiendo cosido más de 1,800 mascarillas Romero comentó que nunca se ha quedado sin material, lo cual se lo atribute a la Divina Providencia.

“Tenía material de otro proyecto que estaba pro comenzar, pero por coincidencia ese material era el mismo que se utilizaba para las mascarillas, así es que Dios nos enseña que a pesar de lo que uno piensa o tiene planeado Él siempre tiene un plan, Él es quien nos guía,” dijo Romero.

Aún cuando en las tiendas no se encontraba material como el elástico. A ella nunca le faltó. “Fue como si Dios me estuviese diciendo ‘Tú has las mascarillas, y yo me encargo del resto’, y así lo ha hecho.”

Romero dijo que todos necesitamos cuidarnos los unos a los otros, especialmente en el mundo de hoy en día.

“Dios nos pide que amemos a nuestros semejantes, que nos cuidemos entre todos... Si yo puedo contribuir con esto, pues lo seguiré haciendo con todo mi corazón... Dios no nos pide dinero, nos pide que demos lo que podamos, tiempo. Nuestros talentos nuestras oraciones que nos mantengamos fieles en la fe,” dijo Romero.

Respetarnos los unos a los otros cuidar de los unos y de los otros, “es la única manera en que podremos vencer estos tiempos de retos, teniendo fe. Manteniendo la esperanza, manteniendo viva Su promesa de salvación,” dijo Romero.