Estamos en shock por el tiroteo ocurrido en la parroquia católica de St. James the Just en Ogden. Cualquier acto en contra de la vida humana es reprimible y más aún cuando ocurre en un lugar de alabanza.
Agradecemos a Dios porque ese espera que James Evans, quien fue herido, se recuperara. También estamos orgullosos de los feligreses de St. James the Just, quienes en algunos casos arriesgaron sus propias vidas mientras ayudaban a los demás durante la Misa y también a quienes han dado su apoyo a los más afectados por esta violencia.
La Diócesis de Salt Lake City está trabajando muy de cerca con el Padre Erik Richtsteig, párroco de St. James the Just, para asegurarse que consejeros estén disponibles para los afectados por este acto violento, en particular los niños.
El jueves 20 de junio a las 6 p.m. Padre Erik celebrará una Liturgia de Reparación en la parroquia de St. James de Just. La ceremonia es una bendición de la parroquia hacia como del pueblo de Dios quienes forman a la iglesia y al Cuerpo de Cristo. Tan solo el hecho de que la parte física de la iglesia fuera dañada por este acto insensato de violencia también, el pueblo de Dios ha sido herido y necesitan la sanación de Dios.
Quiero expresar mi gratitud al Padre Erik, a los feligreses de St. James the Just al Dr. Bard Drake de Catholic Community Services y a todas aquellas personas que han ofrecido sus servicios profesionales; ellos han sido ejemplares y heroicos en el alcance a los que han sido afectados por este incidente traumático.
Esta ha sido una terrible tragedia. Les pido a todos que se unan en oración a Dios por la recuperación de James Evans, de su familia y de aquellas personas que fueron testigos de este trágico evento, así como por el perpetrador y su familia.
Oro para que el Sagrado Corazón de Jesús sea una fuente de sanación y gracia para todos nosotros conforme buscamos seguir adelante después de los trágicos eventos del domingo. Nuestras iglesias son lugares seguros, y continuaremos nuestras celebraciones sin miedo.
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