Comunidad Católica llena de fe

Friday, Sep. 27, 2013
Comunidad Católica llena de fe + Enlarge
Araceli Guerrero ora en la parroquia de San Felipe en Wendover. IC foto/Laura Vallejo
By Laura Vallejo
Intermountain Catholic

WENDOVER – Matrimonios en problemas, personas alejadas que regresan a la iglesia, feligreses más comprometidos, parejas que se casan después de vivir juntas por más de 17 años, saneamientos espirituales y físicos – la parroquia de San Felipe en Wendover es una prueba de que muchos milagros pueden suceder cuando una comunidad se une en oración.

La parroquia está localizada en una comunidad muy pequeña en el oeste del estado de Utah y está rodeada de casinos por lo que la comunidad católica se apoya en su fe para encontrar la fuerza y el apoyo necesarios para lidiar con las tentaciones de su medio ambiente.

"Aquí hemos experimentado varios milagros", dijo Araceli Gue-rrero, feligrés de San Felipe, quien ha experimentado varias dificultades durante su vida.

"Durante la vida uno sufre de heridas debido ha experiencias abusivas y de malos tratos", dijo Guerrero. "Realmente me encontraba alejada de la iglesia; sentía un vacío en mi corazón…. Me iba a ir con un hombre casado".

La ocasión tan cercana de pecar fue eludida cuando ella comenzó a asistir a la Adoración del Santísimo en la parroquia, en donde le pidió a Dios por fuerzas para no caer en la tentación. Guerrero cuenta que una noche tuvo un sueño en donde vio a un hombre desconocido que le decía que no se fuera con el hombre casado y el hombre de sus sueños la defendía del hombre casado. Meses después, conoció al hombre que apareció en sus sueños y quien hoy en día es su esposo.

"Después de haber orado y orado tuve ese sueño y fue entonces cuando sentí que Dios en estaba respondiendo, así es que acabe conociendo a quien ahora es mi esposo y comencé a venir más a la pa-rroquia", dijo Guerrero.

Ella dijo que el Santísimo ha llevado muchos milagros a la comunidad; parejas que estaban a punto del divorcio por infidelidades se han reconciliado y perdonado y ahora acuden juntos a la iglesia.

"Yo he venido aquí y llorado, y siempre Dios me llena de fuerzas y de paciencia para poder sobrellevar la vida aquí [en los casinos]. Si no fuera por Dios yo ya no estaría aquí", dijo Guerrero.

También compartió otra experiencia que sucedió tiempo atrás cuando el Padre Umaña era el administrador de la iglesia.

"El Padre estaba a punto de guardar al Santísimo…y yo le dije a ‘Dios dame una señal de que realmente estás aquí con nosotros’… y de repente este se iluminó con una luz especial… no podía creerlo y comencé a llorar y a sentir un gran gozo en mi corazón…cuando el Padre abrió la pequeña puerta en donde lo guardaba, la luz se apagó. Le dije al Padre lo que había pasado y el me pidió que compartiera mi testimonio," dijo Guerrero.

A pesar de que ella creyó que la iban a tomar por una persona loca, Guerrero les dijo lo que había visto. Para su sorpresa, las personas le agradecieron compartir su experiencia y que les dijera que Dios realmente estaba allí con ellos.

Guerrero no es el único feligrés de San Felipe que ha experimentado la gracia de Dios. Cerca de 1996 Jesse Rodriguez padecía de una enfermedad que hacía que todo su cuerpo se hinchara, lo que le dificultaba mucho el caminar.

"No podía ni ir a la parroquia, pero un día que el Santísimo estaba expuesto fui y le pedí mucho a Dios que me ayudara… realmente estaba sufriendo mucho’, dijo Rodriguez.

Oró por cerca de media hora implorándole a Dios con todo su corazón que lo ayudara.

"Días después tuve que ir con el doctor a Salt Lake City y para mi asombro me dijo que estaba mejorando y que la cirugía a la que yo tanto le temía no iba a ser necesaria", dijo Rodriguez.

"Dios ha hecho muchas sanaciones tanto espirituales como físicas aquí", dijo Guerrero.

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