Diócesis celebra el centenario de las apariciones de la Virgen de Fátima

IC foto/Marie Mischel

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El Obispo Oscar A. Solis celebró la Misa en honor al centenario de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima.

SALT LAKE CITY — Para conmemorar el 100 avo. aniversario de las apariciones de la Virgen de Fátima, la Diócesis Católica de Salt Lake City, celebró una Misa seguida por una procesión en la Catedral de la Magdalena el jueves 12 de octubre, 2017.

El Obispo Oscar A. Solis, celebró la Misa dando la bienvenida a los cientos de feligreses que acudieron de todas partes de la diócesis.

Durante su homilía el obispo Solis describió las apariciones de la Virgen de Fátima ante tres niños pastores.

Instruyéndolos para “que les dijeran a las personas que oraran por el fin de la Guerra,” el Obispo Solis agregó que Fátima es considerada como una de las apariciones de la Santa Madre más significativas. El Papa San Juan Pablo II agregó la celebración litúrgica de la Virgen de Fátima al calendario Litúrgico en el 2002, y “en 1989 San Juan Pablo II sobrevivió un atentado en la plaza de San Pedro a través de la intersección de la Virgen de Fátima,” dijo el obispo.

La Misa incluyó a la congregación recitando la oración de Consagración a la Virgen de Fátima.

Después de la Misa el Obispo Solis cargo el Sagrado Sacramento dirigiendo a los feligreses por una peregrinación por la plaza de la Catedral.

Orando los misterios Luminosos del Rosario, las personas siguieron al Obispo en su caminar.

Entre los participantes de la ceremonia estaba Chong Aguayo, feligrés de la parroquia de San Francisco de Asís en Orem.

“Hoy hemos venido aquí a celebrarla y a ser consagradas por nuestro Obispo,” dijo agregando que la ceremonia la había conmovido.

Ese mismo sentimiento fue compartido por Juana Decasa, feligrés de la Catedral de la Magdalena quien asistió al servicio acompañada de su mama y de su hijo quien es monaguillo en la Catedral.

“El tener su bendición es algo maravilloso… el haber rezado el Rosario hoy aquí juntos fue algo muy poderoso,” dijo Decasa.

Agregando que ella sabía muchas historias sobre la Virgen de Fátima, Decasa enfatizó que la Virgen tiene una gran importancia en su vida.

“Además de ser creyente, el pensar en ella me hace recordar a mi papá, a mi familia y eso hace que mi corazón se llene de amor y de alegría,” dijo Decasa. “Las personas necesitan creer en ella. Ella es milagrosa y necesitamos poner nuestras vidas en sus manos.”

El Obispo Solis dijo que la celebración del aniversario de la aparición de nuestra Señora de Fátima responde al llamado” para nosotros que debemos obedecer a Dios en nuestra vida el mensaje que nos dio no se separa de lo que la Iglesia enseña constantemente; la importancia y la necesidad de la oración como el camino para la salvación de nuestras almas.”

 “Nuestra Señora nos invoca de nueva cuenta a una conversión de corazón y a redimir nuestros pecados,” dijo el Obispo Solis.

Oración de Consagración a la Virgen de Fátima

Bienaventurada María Virgen de Fátima,

con renovada gratitud por tu presencia maternal

unimos nuestra voz a la de todas las generaciones

que te llaman bienaventurada.

Celebramos en ti las grandes obras de Dios,

que nunca se cansa de inclinarse

con misericordia hacia la humanidad,

afligida por el mal y herida por el pecado,

para curarla y salvarla.

Acoge con benevolencia de Madre

el acto de consagración que hoy hacemos con confianza,

ante esta imagen tuya tan querida por nosotros.

Estamos seguros de que cada uno de nosotros

es precioso a tus ojos y que nada de lo que

habita en nuestros corazones es ajeno a ti.

Nos dejamos alcanzar por tu dulcísima mirada

y recibimos la consoladora caricia de tu sonrisa.

Custodia nuestra vida entre tus brazos:

bendice y refuerza todo deseo de bien;

reaviva y alimenta la fe;

sostiene e ilumina la esperanza;

suscita y anima la caridad;

guíanos a todos nosotros por el camino de la santidad.

Enséñanos tu mismo amor de predilección

por los pequeños y los pobres,

por los excluidos y los que sufren,

por los pecadores y los extraviados de corazón:

congrega a todos bajo tu protección

y entrégalos a todos a tu dilecto Hijo,

el Señor nuestro Jesús. Amén