El Niņo Jesús es el enfoque de la tradición del día de la Candelaria

Friday, Feb. 02, 2024
El Niņo Jesús es el enfoque de la tradición del día de la Candelaria 
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Catalina Beristain, feligrés de la parroquia de San Francisco Xavier in Kearns junto a la Imágen del Divino Niņo.
By Laura Vallejo
Intermountain Catholic

WEST VALLEY CITY —El día de la Candelaria, festividad que conmemora el día cuando María y José presentan al bebé Jesús en el templo de Jerusalén exactamente 40 días después de su nacimiento, se celebra el 2 de febrero.

Durante la celebración, velas son encendidas como símbolo de la luz conquistando a la obscuridad (Juan 1:5). Este día también es conocido como la festividad de la Presentación del Señor, y en la tradición Hispana, ese día las familias llevan imágenes del Niño Jesús para ser bendecidas por los sacerdotes. En Utah muchos católicos hispanos se preparan para esta celebración durante meses, bien sea adquiriendo una imagen del Niño Jesús o diseñando o comprándole una nueva vestimenta para la estatuilla que ya tienen.

Para Catalina Beristain, feligrés de la parroquia de San Francisco Xavier en Kearns, la veneración de Jesús y la devoción al Divino Niño han sido parte de su vida desde muy joven cuando vivía en Michoacán, México y tenía la intención de seguir la vida religiosa.

“Un día caminando con una de las hermanas del convento en donde estudiaba vi una imagen del Divino Niño en una ventana en una tienda,” recordó Beristain. “Yo la quería, pero no tenía dinero, así es que le pedí a la hermana que si por favor me la compraba. Algo muy fuerte me atraía hacia la imagen, no puedo explicar exactamente el sentimiento.”

Aunque ese día Beristain no obtuvo la imagen, esta sintió que esta fue tatuada en su corazón.

Al paso de los años la vida de Beristain cambió al conocer al hombre que ahora es su esposo y con el cual decidió que quería ser mamá.

“También comencé a investigar más sobre la devoción al Divino Niño y me enamoré de él así es que me compré una imagen y comencé a venerarlo,” dijo agregando que tan pronto como puso su corazón en las oraciones, ella vio como el Santo Niño comenzó a derramar bendiciones en sus vidas.

“Mi esposo obtuvo su ciudadanía y pudimos comenzar una nueva vida en Utah,” dijo Beristain. Antes de mudarse ella donó la imagen a su parroquia natal.

Una vez ya en Utah, Beristain adquirió una nueva imagen, que también acabó donando.

“Cuando el padre  Joseph Frez era el administrador de la parroquia de San Francisco Xavier 9 en el 2013) el me dio permiso de donar la imagen a la parroquia, y así pude compartir la devoción con más feligreses.”

Desde ese entonces Beristain reza un Rosario dedicado al Divino Niño todos los lunes; este Rosario sigue hasta el día de hoy.

“Quiero que las personas recuerden siempre que Jesús fue un niño. A través de esta devoción estamos venerándolo en sus primeros 12 años de vida,” dijo Beristain, agregando que la imagen que ahora está en su casa, y la cual ella usa para el Rosario, la ha llenado de más bendiciones de las que ella se pudo haber imaginado.

“A través de su intersección muchas cosas buenas han pasado en nuestras vidas y en las vidas de otras personas,” dijo ella. “Todas las familias deben de buscar la intersección de nuestro Señor. El mundo está lleno de retos, pero con El a nuestro lado todo es posible.”

A través de la devoción al Divino Niño, “en los últimos 9 años muchas personas se han unido y orado juntas, bien sea en persona o en línea, bien sea en la parroquia o en sus hogares, todos hemos encontrado maneras de estar juntos y orar juntos,” dijo Beristain.

Como parte de esta devoción donó otra imagen, la cual viaja a los hogares de las personas cada 9 días.

“Yo les digo que a través de El todo es posible; solo deben de tener fe, orar y poner todo en sus manos.”

Aunque el Divino Niño celebra su fiesta en el mes de septiembre, Beristaín lleva la imagen a su parroquia cada Dia de la Candelaria, para su presentación y bendición.

La devoción al Divino Nino nació en Bogotá Colombia en 1914, cuando el Niño Jesús se le apareció al padre Giovanni Rizzo, un sacerdote Salesiano. En su visión el padre Rizzo vio al niño Jesús de pie abriendo sus brazos y diciéndole ‘Llévame, quiero acompañarte.” El padre Rizzo construyó una capilla en su honor la cual es visitada hasta el día de hoy.

“Cuando Dios compartió a su Hijo con el mundo, el derramó la más grande bendición... Sus brazos están abiertos para abrazarnos,” dijo Beristain. “Su sonrisa nos anima a aceptarlo y acogerlo como nuestro Salvador.”

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