El Obispo Maronita dice que la visita de las reliquias es una motivación para la vida Cristiana

Friday, Dec. 11, 2015

Traducido por: Laura Vallejo

Intermountain Catholic

MURRAY — El 6 de diciembre las personas que abarrotaron la Iglesia de St. Jude dieron la bienvenida al Obispo Elias Zaidan de la eparquía Maronita de ‘Our Lady of Lebanon’, conforme él iba escoltando las reliquias de San Charbel a la Iglesia.

El obispo y el relicario fueron acompañados por el Padre Joubran BouMerhi, párroco de St. Jude, por una guardia de honor de los Caballeros de Colón, por ministros de la Divina Liturgia y por servidores de altar.

San Charbel un ermitaño que vivió en el Líbano en 1800, fue beatificado hace 50 años. Desde su muerte en 1898, cientos de milagros han sido atribuidos a su intersección. En 1977 el Papa Juan Pablo IV lo canonizó.

El obispo Zaidan se encuentra llevando las reliquias en un tour por las parroquias Maronitas de los Estados Unidos; estuvó en Utah del 6 al 8 de diciembre celebrando la Liturgia Divina durante su estancia. La parroquia también estuvo abierta para la veneración de las reliquias.

“Es bueno que podamos estar juntos en presencia de las reliquias de San Charbel”, dijo el obispo Zaidan durante su homilía del 6 de diciembre en la parroquia de St. Jude. “San Charbel fue realmente un héroe en vida y especialmente en su vida eterna. Su presencia entre nosotros es una motivación para ir mas allá, para ver lo que realmente es esencial en la vida”.

Reflexionando en las lecturas de ese día, el obispo dijo que todos los Cristianos deben de regocijarse, así como los santos lo hicieron. “Aún con todos los problemas de la vida, tenemos lo que llamamos la alegría eterna, la alegría interna que nadie nos puede quitar ya que esta refleja la precencia de Cristo entre nosotros”.

El obispo Zaidan dijo que la lectura del Evangelio habló del padre de San Juan el Bautista, Zacarias, el cual quedó mudo ya que no creyó en la proclamación del ángel. La primer cosa que Zacarias hizo cuando su boca fue nuevamente abierta en el nacimiento de Juan, fue alabar a Dios. El obispo les pidió a la congregación que consideraran la manera en que rezan.

“Es Señor dame, dame ,dame” o “gracias, gracias, gracias” y ¿qué pasa con él  te alabo , te alabo, te alabo?”, preguntó. “San Charbel sabía como realmente decir las alabanzas a Dios en su vida diaria. El pasaba horas y horas frente al Sagrado Sacramento orando”.

En sus comentarios finales durante la homilía, el obispo dijo que espera que la visita de las reliquias “sea una maravillosa motivación para todos, para realmente ver a Dios en el Tabernáculo, para ver a Dios en la Biblia, para ver a Dios en nuestros semejantes, y espero que us-tedes puedan ver a Dios en mí. Y espero que yo podre reflejar la verdadera imágen de Dios…”

Agregando que “Espero que todos nosotros, sea cual sea la profesión, diremos … ‘Queremos ser Santos. Queremos ser el cuerpo de Cristo. Queremos ser el Pueblo de Dios”.

Feligreses y no feligreses asistieron a la Divina Liturgia, la cual estuvo abierta a todo el público. Entre los asistentes a la celebración estaba Johnny Hakin, quien dijo que espera que San Charbel “bendiga a la comunidad, bendiga a Utah y nos de la paz”.

La visita de las reliquias fue muy significativa para Hakim, quien cada día  en el Libano oraba ante San Charbel; ahí frecuentemente escuchaba sobre los milagros atribuidos al santo, a quien le es muy devoto. “Si hay un problema en mi vida, voy a rezarle. Inclusive mis hijos también lo hacen”. 

Jackie Maas, feligrés de la Catedral de la Magdalena quien visito la parroquia de St. Jude para venerar las reliquias dijo que “fue una maravillosa oportunidad para estar en presencia de un Santo”. 

Agregando que los santos “nos dan un maravilloso ejemplo de cómo vivir nuestras vidas y ellos fueron humanos… simplemente me hace sentir que pode-mos alcanzar lo que ellos han alcanzado”.