El padre Vialpando regresa a su parroquia natal

Friday, Jun. 24, 2016
El padre Vialpando regresa a su parroquia natal + Enlarge
Fr. Ken Vialpando

Traducido por: Laura Vallejo
Intermountain Catholic 
(Nota Editorial: Este es un artículo dentro de una serie en las que se presentan a los sacerdotes quienes han recibido una nueva asignación como administradores parroquiales. Las asignaciones que hubieran sido como ‘Párrocos’ fueron hechas como ‘administradores’ debido a la ley Canónica que rige cuando una diócesis no tiene obispo).
OGDEN —El padre Ken Vialpando desde el 2004 ha sido el párroco de la iglesia de St. Joseph en Ogden; ahora ha sido reasignado a la iglesia de St. Marguerite en Tooele, lugar en donde creció.
Desde que escuchó la noticia “he estado lleno de alegría y entusiasmo,” dijo el padre Vialpando quien recuerda exactamente el día y la hora en que recibió la llamada.
“Fue el jueves 28 de enero a las 11:42 a.m.,” dijo el padre “Después de eso, brinqué de mi silla al saber que estaría regresando a la parroquia en donde recibí 5 de los siete sacramentos: bautismo, primera reconciliación, comunión, confirmación y las Sagradas Ordenes (pues la catedral de la Magdalena se encontraba siendo restaurada)…asumo que eventualmente recibiré los Santos Oleos.”
El haber sido ordenado como diácono y como sacerdote en St. Margarite fue una gran alegría para él. “Me dio una gran oportunidad de comenzar mi camino en mi parroquia en la presencia de personas que fueron responsables de plantar esas semillas de fe en mí. Ciertamente quiero darles el crédito, específicamente a mis padres; ellos no solo me dieron educación religiosa en nuestro hogar, se aseguraron de que cada año asistiera al catecismo en St. Marguerite desde primero  hasta doceavo grado, exponiéndome así a grandes maestros laicos, religiosas, diáconos y sacerdotes.”
“El padre Ken es uno de los sacerdotes más trabajadores, mas bondadosos y conscientes que he conocido,” dijo Monseñor Colin F. Bircumshaw, administrador diocesano de la Diócesis de Salt Lake City. “A veces pienso que el Papa Francisco nombró a este año ‘Año de la Misericordia’ pensando en el padre Ken. Él ha dejado un maravilloso legado en la iglesia de St. Joseph con el Centro Parroquial; y su nueva asignación en su tierra natal de Tooele es prueba de que uno ‘puede volver al hogar’. Cualquier parroquia a la que él sea asignado recibe una gran bendición.”
Algunos de los amigos del padre Vialpando decían que el sería sacerdote antes de que él lo pensara.
“Me decían que iba a ser sacerdote, pero yo me uní a la Marina después de la preparatoria. Fue ahí en donde mi vida de oración se incrementó; tenía que orar todos los días, ‘Seños ayúdame a lograr pasar por este día’. El me ayudó a pasar por el campo de entrenamiento así como por mis asignaciones.”
El padre Vialpando también conoció a un capitán que quería ser sa-cerdote y animaba a otros marinos a asistir a Misa y al estudio de la Biblia. “El, y otros más, me inspiraron a por lo menos considerar el seminario,” dijo el padre.
Cuando el padre Vialpando cumplió su tiempo con la Marina, ingresó al seminario Mount Angel en Oregón en 1983. 
Asistió al seminario de St. Thomas en Denver y al Colegio Pontificio Josephinum en Ohio. Fue ordenado por el Reverendísimo William K. Weigand en 1991.
La  primera asignación del padre Vialpando como sacerdote fue enseñando en la preparatoria Católica Judge Memorial. 
Por los siguientes tres años el padre Vialpando recibió si asignación como párroco de la iglesia de St. Pius X en Moab, la cual también incluyó las misiones de St. Joseph en Monticello y Sacread Heart en La Sal. Entonces pasó siete años en Nuestra Señora de Guadalupe en Salt Lake City para entonces ser asignado a St. Joseph en Ogden.
Cuando el padre Vialpando llegó a Moab pensó que ‘Esta es una parroquia enorme’ no voy a poder manejarla y a la vez ir a las misiones’, pero con la gracia de Dios pudo llevar su ministerio a las misiones.
“En ese entonces creí que trabajaba mucho con las 100 familias hasta que me transfirieron a Nuestra Señora de Guadalupe con 500 familias, me sentí abrumado. Entonces llegué a St. Joseph en donde ahora contamos con 5,000 familia,” dijo el padre. “Sigue crece y crece, pero a través de la gracia de Dios he podido hacerlo. Dios multiplica el don de sus gracias y a través del trabajo con su pueblo, juntos nos convertimos en una gran familia – un solo cuerpo de Cristo. Es el trabajo de las personas lo que me ayuda a realizar mi ministerio, sin importar la asignación que me den.”
Cuando el padre Vialpando llegue a St. Marguerite quiere construir sobre la base que ya se ha establecido allí por Cristo y por los padres, diáconos, religiosas y personas laicas, y seguir con el crecimiento. “Es una parroquia que ha estado prosperando desde hace 116 años con 10 vocaciones; cinco sacerdotes y cinco diáconos.”

For questions, comments or to report inaccuracies on the website, please CLICK HERE.
© Copyright 2024 The Diocese of Salt Lake City. All rights reserved.